Si googleamos Cambiemos Chubut, lo primero que surgirá en Imágenes son las fotos de las boletas electorales usadas en la última elección de 2015, donde las figuras preponderantes son “viejos” dirigentes de la Unión Cívica Radical y la del Presidente Mauricio Macri. Las que están presentes en ese lugar, no casualmente, sino luego de haber pasado por el proceso de las P.A.S.O y haberlas ganado.
Si googleamos Cambiemos Chubut, el primer artículo periodístico que podremos leer corresponde a, que este Acuerdo Programático ganó en 5 municipios “chicos” de la provincia y en Esquel, considerada la tercera ciudad en importancia de esta provincia. Los intendentes y jefes comunales en su mayoría pertenecen a las filas del Centenario Partido y solo dos corresponden al PRO.
Ahora bien, si intentamos analizar las relaciones intra acuerdo, nos encontraremos con un panorama altamente más complejo de lo que aparece al usar la red de redes para intentar hacerse de información sobre Cambiemos Chubut. Estamos haciendo referencia a que, desde el surgimiento de esta coalición las asimetrías son, fueron y serán muy grandes, hagamos un simple ejercicio de comparación: el partido que resultó ganador a nivel nacional, tiene en esta provincia, a la fecha menos de 2 años y 10 días desde su inscripción como tal, lo que le da existencia jurídica; mientras que, la Unión Cívica Radical, el partido que aportó no solo la territorialidad necesaria, sino que ganó la primera instancia electiva y brindó los candidatos y en muchos casos las actuales autoridades tiene ya cumplidos 125 años desde su fundación y en Chubut, su existencia data desde su reconocimiento como provincia, es decir en el año 1.957. En segundo lugar, la UCR es un partido federal con presencia en todo el país. Participativo y abierto. Con debate interno y acción pública, elecciones internas periódicas y autoridades y afiliados con formación y experiencia en “la cosa pública” bien entendida, es decir en Política. En cambio, el PRO es un conjunto de personas comunes que quieren un cambio en la Argentina. Buscan este cambio y para lograrlo consideran necesario “meterse en política”, es decir reconocen la necesidad de participar para que las cosas cambien y mejoren. Son un equipo muy diverso en constante crecimiento, que en muchos temas piensan distinto, pero hay algunas cosas claras que los unen.
La UCR es el partido de las libertades públicas, la Constitución y la democracia. En su historia resistió a los regímenes autoritarios, conquistó el sufragio universal y protagonizó la lucha por las causas de las mayorías populares. En ejercicio del gobierno o en el llano. Tiene valores y convicciones. Defiende la libertad y la igualdad. La educación y la cultura del trabajo. La igualdad de oportunidades reales para todos, y la lucha por los excluidos. Tiene un objetivo claro: Hacer de la Argentina una nación grande, con valores, y donde todos estén incluidos con educación y trabajo, porque las injusticias que aún hoy sufren muchos de los argentinos son el motivo de su incansable persistencia.
El PRO se define como un lugar donde están juntos porque quieren construir algo nuevo, que valga la pena, porque creen que los países cambian, que las sociedades aprenden, que lo que se hizo en otros países también se puede hacer en este. Los une el interés por el futuro, no la revisión del pasado, y compartiendo el mismo compromiso: trabajar para la gente. Sabiendo que juntos y trabajando se puede lograr una Argentina sin pobreza, más justa, moderna y bien organizada.
Ahora bien, a pesar de las diferencias los unió un Objetivo Común, cambiar la matriz política que gobernaba este país por más de 12 años, es decir el Populismo y recuperar los Valores de la República y lo lograron plasmándolo al ganar las elecciones generales con el ballotage de Noviembre de 2015. Pero luego la conformación de las estructuras de dicho gobierno dista mucho de ser equitativas y mucho menos en provincias como Chubut donde el resultado fue adverso y conlleva una convivencia con un partido peronista con pretensión de autonomía provincial.
Por Lic. Silvana G Castelnovo