Un día como hoy de hace exactamente 30 años, el que ahora conocemos como el Padre de la Democracia, pronunció esta tan polémica frase: La casa está en orden, que muchos no entendimos pero que quienes sí lo hicieron, mal usaron la expresión denostando los hechos. Pero mírelo confiado Don Raúl, este país está esforzándose en conservar, fortalecer y mejorar el régimen más perfectible que supimos conseguir, la Democracia.
Porque solo los grandes estadistas supieron y pudieron dejar de lado, no solo sus sentimientos sino también sus propias doctrinas en pos de objetivos mayores. Parafraseando a Max Weber, usted aplicó la “ética de la responsabilidad” por sobre la “ética de sus propias convicciones” en un país donde se hizo, con el advenimiento de la Democracia, mucho más de lo que históricamente se llevó adelante en todo el mundo, se primó realmente a los Derechos Humanos, se investigó en profundidad los sucesos y lo podemos ver reflejado en el libro “Nunca Más” y se juzgó a las Juntas Militares que habían dejado el poder, forzado por sus propios errores, solo unos meses atrás.
No estoy segura de poder contar con los dedos de ambas manos, las personas que pueden anteponer las necesidades de un país a sus convicciones personales, resistir la presión de quienes detentaban el poder de las armas amenazando el incipiente régimen que se construía a diminutos pasos diarios y con las equivocaciones normales de quiénes, sabían lo que tenían que hacer, pero no tenían las herramientas para hacerlo. Y presionado por esas mismas negras circunstancias mandó al Congreso las leyes de Obediencia debida y Punto Final, que mucho más adelante, 20 años después fueron declaradas inconstitucionales y se continuó juzgando a más militares de todos los niveles por los crímenes cometidos…no así a más terroristas, que también cometieron crímenes, pero ese es harina de otro costal que en algún momento podremos tratar.
El propio Dr. Raúl Alfonsín, en su comparecencia ante el juez Claudio Bonadío, declaró que había impulsado la sanción de esas leyes porque estaba “condicionado” por los militares y que, para salvar la democracia, se impuso una “ética de la necesidad” por sobre sus convicciones personales. Esta declaración del presidente mc (mandato cumplido) se utilizó para avalar la nulidad de las leyes de punto final y obediencia debida por “vicios de consentimiento”, ya que Alfonsín estaba presionado o condicionado por las circunstancias al promover esas leyes. Pero no le quita que como decía más arriba, muchos no lo entendimos y otros tantos lo juzgaron incorrectamente, el valor de tomar las decisiones adecuadas en los peores momentos. Esta tensión llevó a Max Weber a formular su célebre distinción entre la “ética de las convicciones” y la “ética de la responsabilidad”, entendiendo por ésta la acción política orientada a la defensa de los intereses y valores fundamentales de la comunidad, aún sacrificando las convicciones personales.
De esta forma, la historia nos enseñó a algunos, que debemos mirar los acontecimientos desde otro lugar mucho más amplio que el personal y particularmente revanchista que caracteriza a los ciudadanos argentinos en general, para hacer prevalecer lo Comunitario, por eso en el caso de un desastre climatológico como el que sufren los Comodorenses y muchos argentinos, el gobierno nacional, está aplicando concretamente el slogan de estamos “Haciendo lo que hay que hacer”, mucho más allá del color político del gobierno de turno del lugar donde suceden estas catástrofes, que en la mayoría de los casos son culpa de la falta de previsión de quienes son elegidos para conducir dichos destinos.
A pesar de que se atacan las instituciones cotidianamente, como son las incesantes manifestaciones de protestas desmedidas en los casos de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, o los paros generales o por sectores, como los docentes de la provincia de Buenos Aires, que claramente demuestran falta de capacidad de negociación porque es más fácil presionar con acciones extremas con dudosa fuerza, pero que condicionan el camino de la Democracia, de un gobierno elegido legal y legítimamente por el pueblo argentino, y apoyado tangiblemente por acciones no violentas como la marcha del 1ª. Camino con obstáculos que puede ser visto como desorden pero que nunca será tildado de coartar las libertades individuales ni colectivas pero que deben estar enmarcadas en las leyes que nos dimos: “Dentro de la Ley todo, fuera de la Ley nada” reza un máxima que debemos practicar comunitariamente si realmente tenemos la intención de que la República sea la forma de gobierno de nuestra Argentina.
Porque si de culpas hablamos, deberíamos enumerar algunas que directamente afectan a los habitantes de la ciudad más poblada y más rica de esta provincia, como por ejemplo que días antes de la catástrofe su intendente el sr. Linares puso un cartel, cuyo es costo es muy alto (cifra ofensiva ante la adversidad actual) para indicar que la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner iba a visitar la ciudad pero no arregló el acueducto ni mejoró las calles, o el vice intendente sr. Luque usó la maquinaria vial de la ciudad en su casa de Rada Tilly mientras el barro invadía las calles comodorenses y no daban abasto para sacarlo, o la empresa Golfo San Jorge, del ex intendente Néstor Di Pierro, entre otras tantas, saca barro de una vereda para ponerlo en la otra porque cobra por hora/hombre no por la efectividad en la tarea, o el ex intendente y ex gobernador de la provincia Martín Buzzi, quién utilizó los dineros públicos para regalarle a su candidato a presidente Scioli una birome que costó U$500 y dejo deudas por doquier, o al actual gobernador Mario Das Neves, que dilapidó fortunas públicas en una absurda campaña para vicepresidente de Eduardo Duhalde en su anterior gobierno, y actualmente acusa a vialidad nacional de no mantener la ruta 3 mientras que las rutas provinciales están intransitables y de esta manera podríamos enumerar e incluir los tristemente famosos empresarios de la obra pública Lázaro Báezy Cristóbal López con todo pesado bagaje de corrupción pero debe servir para mantener viva la memoria al momento de emitir el voto y en estas circunstancias concentrarnos para que la casa siga en orden, en hacer lo que hay que hacer, seguir con la reconstrucción y pensar realmente en la resolución de los problemas de fondo, que no se ven pero afloran en las crisis.
Lic. Silvana G Castelnovo
Politóloga UNPSJB