“Cualquiera que venga será mejor de lo que están ahora en el municipio”, decía una vecina del barrio Oeste en su mañana de compras en uno de los tantos comercios tradicionales de la ciudad de Trelew.
Se refería exclusivamente a una gestión que arrancó en diciembre del 2015 y que al parecer no genera al menos opiniones positivas.
La inseguridad, el cierre de locales comerciales sumado a la falta de agua durante cinco días en toda la ciudad, producto de no haber “pensado” en una obra hídrica coherente hace que parte de la comunidad haga eco de un reclamo general. Además de la fuerte suba de los impuestos cuya plata desembolsada no favorece al progreso de los habitantes del Pueblo de Luis.
“Y que no le echen culpas a los anteriores, ellos están ahora y ya pasó un año” aclaró la misma vecina contra los fundamentos que en más de una oportunidad voceros municipales autorizados señalan a cada momento de encentrarle la vuelta a un retraso de soluciones concretas.
Muchos aseguran que los cien mil habitantes trelewenses vienen destacando en silencio el potencial que ha tenido en los últimos cuatro años la ciudad de Puerto Madryn, fundamentalmente cuando en lo cultural y turístico explota positivamente. “No es envidia, sino respeto y admiración por una gestión impecable de Sastre, fíjense que con el agua no han tenido tantos problemas como nosotros”, indicaba un reconocido empresario hotelero del sector céntrico de Trelew.
En fin, parece ser que la realidad está demostrando que en algunas comunidades el accionar no tiene un objetivo claro.