Tiene nombre de uno de los grandes presidentes que quedaron en la historia de la democracia Argentina. Dicen que es un apostador constante al “diálogo político frontal” con propios y extraños. Reivindica la “necesidad de dialogar antes que gritar por el sentido de soberbia que tiene algunos”, según comentan sus colaboradores.
El referente principal de la ciudad de Puerto Madryn sabe muy bien que se está embarcando en un camino difícil pero no imposible que es el de poder llegar al sillón de Fontana 50. Su lealtad al cien por cien hacia la figura de Mario Das Neves, lo ponen en los primeros puestos de largada si es que el actual gobernador cuenta con varios nombres para la gobernabilidad dentro de dos años.
Pero para uno de los mellizos que ha sabido llevar adelante las riendas de la ciudad portuaria, no le tiembla el cuerpo ni se incomoda cada vez que tiene que pasar algún obstáculo. Sabe muy bien de su seguridad interior y del objetivo principal de tener la posibilidad de que le cuelgue la banda de gobernador el 10 de diciembre del 2019.
En varias oportunidades, aseguró ante los medios que en el marco del momento de crisis de estructuras que se puede vivir “necesitamos de todos y que todos sepan que opina el otro sin necesidad de andar avanzando en la cúpula del dedo que nace en cuatro paredes. Eso es retroceder y jugar con la gente. Acá es fundamental ir de frente y avanzar con los hechos claros”.
En el presente, lentamente pero de manera segura, Ricardo Sastre se encuentra en su etapa de construcción pensando que el sueño de continuidad de progreso en la provincia del Chubut irá de su mano. El tiempo lo dirá.