Es muy difícil explicar al Gobierno Nacional las dos realidades y urgencia de la provincia, cuando a los interlocutores políticos no les creen.
Esta Multisectorial debe instalar una agenda de trabajo que pueda destrabar beneficios fiscales a corto plazo, proteger a las Pymes bajo un paraguas bien regional, que active obras que generen empleos para la gran demanda laboral que existe en la zona del valle.
Recordando siempre que este año, es la región con mayor desocupación del país (14 %).
No es lo mismo un pobre en el norte, que en nuestras zonas en pleno invierno, teniendo en cuenta que 6 de cada 10 trabajadores sufren las peores necesidades.
Se tiene que atender la emergencia comercial sobre la base de ir trabajando la brecha de despidos y la mejora de salarios.
Hay otra gran preocupación, se espera una inflación anual del 29 al 30%, aumentos de precios de la canasta familiar superiores a lo alcanzado en paritarias, costo en la salud, ajustes en las tarifas eléctricas y de combustibles; en fin, un segundo semestre peor al que estamos finalizando; ya que los ingresos en la zona son inferiores a los gastos comunes, alimentación, tarifas en transportes, medicamentos etc.
Hoy tenemos emergencia en todos los sectores, hay que establecer prioridades, evitar estallidos sociales que no conducen a nada, al contrario, generan descontrol, inseguridad y miedo. Retrocedemos todos, los que tienen y los que no tienen trabajo.
La actividad en esta Multisectorial privada, debe ser un compromiso de respuestas a las Pymes y a los comercios locales.
Eliminar obstáculos para alcanzar un desarrollo que haga sentir seguro al empleador de su emprendimiento, y que el trabajador cobre por sus servicios laborales como corresponde.
Debemos adoptar una visión a dos tramos.
En primera instancia ayudar a salir de esta crisis y proteger a los que necesitan el apoyo económico.
En segunda instancia, tener un objetivo como Región Patagónica, basado en una propuesta a mediano y largo plazo, donde todos, con nuestra opinión, podamos plasmar una política que logre ver el equilibrio de una sola provincia, esa provincia que no pida dádivas ni subsidios, sino que exija ingresos justos que generen sus propios recursos humanos y naturales.
En esta crisis, todos los actores sociales son válidos. Elaborar una agenda para hacerse sentir en el Gobierno Nacional y Provincial, promover el consumo, crear y defender el empleo es prioridad del conjunto, cuando no tenemos otra instancia, y no tenemos un piloto de tormenta.