Represión, sometimiento, violencia y maltrato sinónimos de la política empleada en Chubut.
Ni los gases lacrimógenos ni las balas de goma podrán parar los reclamos de los trabajadores.
No es la primera vez que esté gobierno propone violentamente silenciar a los empleados del Estado, sea cual sea su profesión o lugar de desempeño. Hoy le tocó a los docentes, esos mismos q llevan un mes durmiendo en la calle, ya no sólo peleando por un aumento sino que también por las escuelas, porque se explotan y se caen a pedazos, por que no hay insumos, ni partidas que aguanten tanta desidia.
Como pares, como trabajadores, como padres de sus alumnos nos solidarizamos ante esta reprimenda.
Deseamos profundamente que el Gobernador Arcioni desista de esta postura egoísta y alejada de la clase trabajadora.
No queremos más violencia, ni más represión para el pueblo chubutense.
