El semillero de la ciencia
Los alumnos de 2º grado de la escuela 193 aprendieron a hacer germinar, trasplantar y cuidar al “piquillín”, durante la actividad “Ring, ring… a despertar semillas nativas”.
Con mucho, muchísimo cuidado un niño toma la planta, la coloca en la maceta y la riega. Presta mucha atención a la explicación de cómo cuidarla: “deben colocarla en un espacio bien iluminado dentro de la casa hasta que finalice el verano y regarla cada 3 días pero ¡ojo!, que no puede pasar en agua porque es una planta que crece en ambientes semiáridos de nuestro país, advierten Ana María Cenzano, investigadora adjunta del Instituto Patagónico para el Estudio de los Ecosistemas Continentales (IPEEC-CONICET) y Verónica Duro, responsable del Jardín Botánico de la Patagonia Extraandina (JBPE CCT CONICET-CENPAT).
El 16 y el 23 de octubre, las especialistas visitaron la escuela Nº 193 Velero Mimosa para presentar la actividad “Ring, ring… a despertar semillas nativas”, en el marco de la Semana Nacional de la Ciencia y la Tecnología a estudiantes de segundo grado A, B y C, turno mañana.
En el aula, pero con las manos en la tierra, conversaron sobre plantas nativas, aprendieron que es la germinación y conocieron al arbusto Condalia microphylla o “piquillín”, su lento crecimiento, como cuidarlo y los diferentes usos que los pueblos originarios y las poblaciones patagónicas le daban y le dan actualmente. Cada alumno trasplantó una plántula de 3 meses de edad en un maceta conteniendo la mezcla de sustrato que ellos mismos prepararon. Previamente, las semillas de piquillín habían sido sumergidas en ácido (para ablandar la dura cubierta de la semilla y favorecer su germinación) en el laboratorio de Ecofisiología y Bioquímica Vegetal (ECOFIVE) y germinadas en el sector de propagación y mantenimiento de ejemplares del JBPE. Cada estudiante se fue a su hogar con una consigna clara: “cuidarla y el año próximo compartir cómo creció el piquillín que cada uno se llevó a su casa”.