Por los pasillos de Casa de Gobierno en Rawson, varios funcionarios de segunda línea murmuran con preocupación sobre el efecto negativo que le puede generar a la figura del gobernador, Mariano Arcioni camino a la elección general del próximo 9 de junio el hecho de fraude contra el Estado Provincial en el marco de las supuestas refacciones de los establecimientos escolares del Chubut. Esta acción de corrupción provocó la renuncia de la ministro de Educación de la provincia, Graciela Cigudosa que está siendo investigada y que además integra la lista de candidatos a diputados provinciales por “Chubut al Frente”, estructura que lidera el propio gobernador.
Y más allá de todo lo ocurrido en la última semana, los comentarios vox populi gubernamentales afirman que “ahora tendremos que saber manejar la situación y que la mancha no se extienda más días, no nos conviene”, sostienen reconocidos dirigentes de Chubut Somos Todos.
Los dos últimos años, las causas “Embrujo” y “Revelación” fueron protagonistas claros de que la corrupción se había insertado en el gobierno bajo la gestión de Mario Das Neves a través de ex funcionarios, algunos de los cuales hoy están entre rejas. Pero lo destacado por estos días es que este caso del área de Educación Provincial pertenece a la actual gestión arcionista. Y para muchos ya es imposible que la nueva conducción pueda disimular o intentar tomar un atajo para desviarse de la causa. Al conocido escribano comodorense se le desorganizaron los papeles y no sabe que podrá firmar a partir de ahora. Un decreto que le dé tranquilidad o mayores problemas. Mientras que no siga discursando para los flashes, puede tener una posibilidad de encausarse y corregir el rumbo hacia un destino con credibilidad. Por el momento ha demostrado que la corrupción estuvo bien educada durante estos dos últimos años y a escondidas de los 600 mil chubutenses.