Miles de personas participaron activamente de la
procesión terrestre y observaron el espectáculo del momento submarino
sobre el Muelle Piedra Buena. El Intendente Ricardo Sastre y el Obispo
Auxiliar Roberto Álvarez participaron
de este evento único en el mundo
Con un notable sentido religioso, pero sin descuidar su originalidad, se
llevó a cabo este Viernes Santo la 16ª edición del Vía Crucis
Submarino, organizado por la Municipalidad de Puerto Madryn, a través de
la Secretaría de Turismo, la Asociación Operadoras
de Buceo, la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús junto al resto de las
capillas de la ciudad, y la colaboración del Ente Mixto de Promoción
Turística, Prefectura Naval Argentina y Administración Portuaria Puerto
Madryn con la participación activa de más de
doscientas personas en la etapa submarina entre nadadores, snorkelistas
y buceadores profesionales. En tanto, la etapa terrestre y los
espectadores en el sector de la rambla y Muelle Piedra Buena dieron un
marco multitudinario, de más de seis mil personas
a este evento turístico religioso.
Es importante destacar que además se contó con la colaboración del Grupo
Scout Almirante Storni de Puerto Madryn, la Asociación de Hoteles
Restaurantes Confiterías Bares y Afines (AHRCOBA) quienes estuvieron a
cargo de entregar una infusión caliente para quienes
participaron de la etapa submarina y público en general, recaudando
donaciones para el Merendero de la Capilla de la Santa Cruz del Barrio
Pujol. También fueron parte de esta edición distintos grupos de
nadadores de la ciudad encabezados por la profesora Carla
Cerchi y el Club del Kayak Puerto Madryn aunque por medidas de
seguridad y ante el oleaje y viento reinante al momento de la etapa
submarina quedó trunca la participación de los kayaks.
Terrestre y viviente
El Vía Crucis comenzó en la Plazoleta de las Banderas, lugar donde se
simuló el Monte de los Olivos antes de iniciar la Pasión de Cristo. La
Casa de la Cultura fue el lugar donde se realizó la primera de las
quince estaciones del Vía Crucis donde Poncio Pilato
condenó, por exclamación del pueblo, a Jesús.
Es importante destacar que esta edición se realizó con la participación
de la comunidad a través de la personificación de personajes clave en la
historia de este momento cristiano. Es por ello que en cada una de las
estaciones se pudo apreciar y vivenciar lo
que la historia indica, todo a cargo de las parroquias de la ciudad,
especialmente de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús que estuvo a
cargo de la etapa terrestre y su personificación.
Así Jesús, personificado por un buzo profesional de la ciudad, recorrió
cada una de las estaciones hasta culminar la etapa terrestre en el
sector de la playa lindera al Muelle Piedra Buena donde fue crucificado y
muerto en la cruz.
Sepulcro submarino
La etapa submarina comenzó con llegada de la cruz luminosa, María
–caracterizada por una buzo profesional de la ciudad- y el cuerpo de
Jesús hacia el Santo Sepulcro, ni más ni menos que el Golfo Nuevo, lugar
en el que se llevó a cabo la etapa submarina de este
singular Vía Crucis, único en el mundo.
Allí, más de trescientas cincuenta personas esperaban el ingreso de la
guindola al agua para realizar esta última etapa con un marco imponente
no sólo de gente en superficie sino además, el condimento extra de esta
edición, una luna llena que iluminó el cielo
madrynense desde el mar para darle un marco aún más emotivo.
Nadadores, snorkelistas y un selecto grupo de buceadores cuya tarea
especial fue el traslado de la cruz iluminada por el fondo del mar,
dieron un marco multitudinario en el Golfo Nuevo y junto a la multitud
en el muelle y en el frente costero culminar el Vía
Crucis en la arena, donde el Coro Municipal de Niños y el Coro Juvenil
Municipal Puerto Madryn culminaron la ceremonia de resurrección de
Cristo.
Como cada edición, se contó con la colaboración de José María “Popey”
Goyti, Ricardo “Pinino” Orri, las autoridades de Prefectura Naval
Argentina y de la Administración Portuaria Puerto Madryn y, a la cabeza
de la organización terrestre y viviente, el Obispo
Auxiliar Roberto Álvarez junto a integrantes de la Parroquia Sagrado
Corazón de Jesús.
Multitudinario y reconocido en el mundo
El Vía Crucis Submarino comenzó a realizarse en la ciudad a comienzos
del nuevo siglo, en el año 2000. Con algunas ediciones suspendidas, los
últimos años se llevó a cabo ininterrumpidamente con la bendición del
Papa Francisco. De la misma manera, se realizaron
las acciones correspondientes para obtener la bendición del Vaticano
para que el único Vía Crucis Submarino del mundo cuente con este
reconocimiento papal, posicionándolo como uno de los eventos religiosos
más originales y conocidos en el mundo.