Con dos testigos que no estuvieron presentes, un total de siete testimonios se escucharon en la tarde de este jueves en el marco de la continuidad del juicio oral y público por la causa “Embrujo”. El debate seguirá el próximo martes a partir de las 8.30 en la sala 2 de la Oficina Judicial de Rawson.
Pablo Diporsano era chofer en casa del Chubut en la Capital Federal. Su presencia en el juicio estuvo relacionada con los intentos que realizó el grupo investigado para deshacerse de los bienes entre ellos, la Hiunday H1. También por el sistema de videoconferencia desde la provincia de San Juan donde se encuentra por problemas de salud, declaró acerca de las directivas que recibía de “Tato” Ramón y su trabajo en el área de obras públicas de la Provincia.
Presente en la sala estuvo el escribano Maximiliano González Lloyd que estuvo relacionado con Diego Luters por la compra de un terreno en Rawson por un valor de 250.000 pesos que finalmente se escrituró a nombre de Mezeta Consulting.
Otro de los que declaró fue Gerardo Tardugno, ex secretario privado y jefe de prensa de la intendenta Roxana Artero. Su presencia en el juicio estuvo relacionada por su relación con Rubén “Bedo” Reinoso y una pauta publicitaria de la Municipalidad capitalina en favor de la empresa Dual Core que finalmente facturó los servicios por un valor de 5.000 pesos.
Finalmente declararon dos albañiles. Uno de ellos Jorge Villagra, trabajó para la empresa “Concretando” de Tato Ramón. Confirmó que esa empresa le pertenecía al imputado. Por su parte Francisco Pilquimán, confirmó que trabajó para la empresa Dual Core y que fue contratado por Ramón. Destacó entre las tareas que realizó, la construcción de la pileta de natación en la casa de dos plantas de Diego Correa en Playa Unión.