Finalmente el Gobierno canceló con la Federación de Bomberos Voluntarios
de la Provincia del Chubut la deuda histórica que mantenía depositando,
el pasado viernes, la suma de $672.000 que completan así los restantes 3
millones ya depositados.
Cabe recordar que el 3 de septiembre esta Federación se vio obligada a
presentar una carta documento para que esto sucediera. Y que antecede a
estos hechos la realización de un sirenazo el año pasado.
Así, luego de meses y meses de recorrer despachos, relatar una y
otra vez a funcionarios de distinto rango lo que por derecho nos
correspondía, logramos hacernos de los subsidios adeudados para que a
cada uno de los cuarteles de la provincia les llegara
algo más de cien mil pesos, por única vez y con una devaluación del
peso e inflación sin precedentes en los últimos años. Lo cierto es que
no alcanza ni para cubrir los gastos corrientes de un mes. Tanto
teníamos que desviar nuestra labor por tan poco. No
hay peor gesto o resarcimiento que el que llega a destiempo.
Y como si este destrato fuera poco nuestro futuro aun sigue siendo
incierto, por eso seguimos en estado de emergencia financiera.
El subsidio correspondiente al año 2018 no ha sido pagado, los
expedientes para el pago del subsidio 2019 no han sido siquiera
generados y los diputados provinciales siguen posponiendo el tratamiento
de la nueva Ley Provincial de Bomberos.
Los bomberos de Chubut necesitamos ser tenidos en cuenta por la
dirigencia provincial. Necesitamos tener regularidad y previsibilidad en
la recepción de los fondos ya que es obligación, por Ley, que el Estado
provincial cumpla en financiar nuestro servicio
que es público. Necesitamos tener interlocutores en ambos poderes, el
ejecutivo y el legislativo, que estén a la altura de las circunstancias.
Que puedan, y quieran, entender cuáles son las particularidades del
sistema bomberil y trabajen con nosotros codo
a codo en brindar a la comunidad un mejor servicio gobernando y
legislando con sincero compromiso y no con palmadas en la espalda.