La provincia del Chubut una vez más acaba de demostrar que siempre se puede estar peor. Los últimos cuatro meses son una muestra clara de que la crisis nacida en marzo del 2018, que tuvo un breve descansa en un tiempo electoral y desde fines de junio de 2019 volvió a decir presente.
Las miles de imágenes de trabajadores públicos unidos en el reclamo, desde el primer paso de docentes, pasando por viales, de la salud, de los Poderes legislativos, judiciales y los queridos jubilados a los que han avasallado el gobernador, Mariano Arcioni y su equipo, son un ejemplo de lucha en todo este año, de estar firmes en un derecho con mucha angustia y la bronca de tener que entender que ahora la crisis la va a solucionar “la mano amiga de Alberto Fernández”, según el propio primer mandatario provincial.
Mientras tanto, el trabajador público que pone en movimiento al 45 por ciento de Chubut y que al fin y al cabo es una persona común y corriente –pese a que algunos quieren diferenciarlos-; tiene sus deudas, sus atrasos de pagos tanto de alquileres y demás gastos. Y además tuvo que bancarse de manera extra en un tramo de esta crisis económica social, los “bastonazos y balas de goma” de la Policía del Chubut.
Un chiste
Y como si fuera poco el cambio de acciones de parte de una gestión gubernamental provincial desconectada de la realidad y sin sentido común, como se dice en el interior de la vida política; ahora gracias a la aparición y transformación en ministro de Educación de Andrés Meiszner es que los docentes decidieron después de largas horas de discusión terminar con el paro general que durante cuatro meses mantuvo sin clases a los alumnos del Chubut. Para muchos del gobierno, un paso positivo. Para el resto de los humanos parece un chiste, sabiendo que el 19 de diciembre tiene que culminar el ciclo lectivo. Un mes de clases es lo que tendrán los chicos en sus escuelas desde el 19 de noviembre.
“Por qué no la cortaron de una y finalizaban ya?. Un papelón más de este gobernador, qué quiere demostrar?. Que en treinta días se corrige todo, se mejoran los contenidos, lo mejor podría haber sido la finalización del ciclo y listo. No se puede presionar al alumno, es un desorden psicológico”, destacó un veterano catedrático y ex profesor respetado en el Valle del Chubut.
No saber salir de la crisis
Desde el año 1990 que no se refleja una situación igual y, en esta oportunidad, con la posibilidad de que se potencie. En la primavera de hace 29 años, Néstor Perl por entonces era gobernador de la provincia y el atraso del pago de sueldos en fechas como el 8 o el 9 de cada mes y la consecuente falta de insumos para que funcionara la mayoría del Estado, provocó su ida el 1 de noviembre en las primeras horas de la mañana.
Y los que muchos se preguntan es si realmente el gobernador está buscando una solución concreta, más allá de este corto tiempo que tiene para culminar su mandato y darle continuidad al otro desde el el 10 de diciembre.
Dejará de brindar bonitas y superficiales palabras para la prensa?. Pensará en el bienestar de los 540 mil chubutenses?. Todavía no se tienen respuestas concretas. Y menos la esperanza de que aparezca algo bueno, positivo a corto plazo. Recién en marzo de 2020. La sociedad aguantará?.
