Por restricciones con el ingreso de su mercadería a Brasil y la fuerte retracción que evidencia el mercado inmobiliario, una de las plantas de Aluar ubicada en la provincia de Buenos Aires viene sufriendo problemas de producción que la llevaron a suspender personal.
Se trata del establecimiento ubicado en la localidad bonaerense de Abasto, de la División Elaborados, que se dedica a laminación y extrusión. La planta recibe los insumos, es decir el aluminio, de la otra fábrica de la empresa de la familia Madanes Quintanilla ubicada en la ciudad chubutense de Puerto Madryn y elabora productos para la industria de la construcción como perfiles, barras, tubos, laminados gruesos y foil. También exporta parte de su producción al mayor mercado del Mercosur.
Según pudo saber El Cronista de fuentes cercanas a la empresa que están participando del 50 Coloquio de IDEA que se lleva a cabo en Mar del Plata, desde hace por lo menos dos meses, el establecimiento viene trabajando a menor capacidad de producción.
Estas restricciones se deben en especial porque los problemas en las aduanas brasileñas le impiden cumplir con sus clientes brasileños. A esto le suma la profunda caída que atraviesa la construcción de propiedades en el país, todo lo cual le genera a Aluar un combo que la obligó a suspender personal.
De acuerdo al cronograma consensuado con el gremio, la empresa suspende entre 35 y 40 operarios una vez por semana, dependiendo de la demanda de esos días. Durante ese lapso, los trabajadores perciben el 75% del salario. De todos modos, las fuentes también estimaron que la situación se encamina a la normalización en las próximas semanas. Actualmente, la capacidad de producción del total de la gama de productos fabricados en la planta de Abasto alcanza las 35.000 toneladas anuales.
Aluar es la única productora de aluminio del país. Y en los últimos año ha incorporado actividades a la producción de aluminio primario tanto aguas abajo (productos extruídos y laminados en la División Elaborados); como aguas arriba (producción y transporte de energía eléctrica, insumo básico del sector).
En el caso de la planta de Puerto Madryn, productora de aluminio primario, consta de ocho salas que albergan 784 cubas electrolíticas (hornos en los cuales se obtiene el aluminio metálico mediante el proceso de electrólisis), con una capacidad de producción de 460.000 toneladas anuales.
Otro de los frentes de conflicto que venía enfrentando Aluar tiene referencia al suministro de gas que reciben sus plantas por parte de la empresa Pan American Energy (PAE), propiedad de la familia Bulgheroni, los chinos de CNOOC y la inglesa BP.
La disputa se inició cuando Aluar denunció a la petrolera por haber “roto” el contrato de suministro energético por “discrepancias en las tarifas” del combustible. Aluar consideró “arbitraria y abusiva” la medida y advirtió que tendrá efectos negativos en la economía de la empresa y en su producción.
En tanto PAE aseguró que la ruptura del acuerdo se debía a “eventos distorsivos del precio del gas”.
Siete meses después, y tras varios procesos judiciales y amenazas con llevar el caso a tribunales comerciales internacionales, la pelea ahora entre dos de los grupos empresarios más grandes del país se encuentra en una especie de tregua hasta el próximo 30 de noviembre. Mediante el acuerdo, PAE restablece el suministro de 2,1 millones de m3 diarios de gas para que Aluar pueda, a un precio especial, ampliar su planta de Puerto Madryn. Según fuentes de las negociaciones, el convenio permite dar un marco adecuado a las negociaciones que se han encarado para confeccionar un nuevo convenio.
A fines de enero, habían cerrado una tregua similar por 90 días. En aquel momento, la intervención del Gobierno evitó que la disputa creciera en intensidad.
Fuente: Cronista