Sin haber pagado completamente los sueldos del mes de Enero, con manifestaciones constantes en la calle, con servicios fundamentales como Salud absolutamente paralizados, a lo que se suma Justicia y Educación, el clima social en la Provincia del Chubut está al borde del real colapso. El estallido social acumula fuerzas para hacerse sentir realmente y son los trabajadores quienes encabezarán, sin duda en la defensa de sus derechos, la verdadera revolución de un pueblo que demuestra que no va a quedarse en silencio.
El Gobernador ni su equipo de Ministros pueden hacer frente a una crisis generada por sus propias decisiones y que lleva consigo impreso el sello de muchos años de cuestionable administración de los recursos de todos los Chubutenses. Hoy hay silencio por parte de un gabinete que, sin miedo a ofensas, ha demostrado ser incapaz para dar una respuesta ante tanta convulsión y frentes de crisis.
Sorpresivamente hoy, unos cuantos militantes de los pocos que deben quedar en las filas de Arcioni, publicaron un mensaje que versaba de la siguiente forma:
“No nos engañemos, tiene una mochila pesada y, no deja de buscar la salida. Yo lo vote. No quiero marearme con mentiras. No voy a escuchar al manipulador y, al que saca provecho. Yo…, sigo al Gobernador que elegí porque quiero dar #Unpasomás”.
El mismo mensaje, copiado y pegado se leían en algunas cuentas, entre ellas la Ministro Cecilia Torres Otarola, acompañada de una fotografía del Gobernador en la que se lo ve, contradictoriamente con una sonrisa en su cara.
En el intento de querer dar un espaldarazo hacia el Gobernador, se provocó una reacción adversa que se tradujo en la respuesta inmediata de muchos usuarios de Twitter quienes respondieron a la publicación manifestando su absoluto rechazo
Además de resultar una jugada muy improvisada de “militantes” pagos, se trata de un mensaje que no hace nada mas que enardecer a la población que realmente carga con la “mochila pesada”.
La mochila no es de usted Sr. Gobernador
Resulta en este marco importante recordarle algunas cosas al Sr Gobernador, que de victima en esta situación no tiene absolutamente nada. En primer lugar, señalar que los que están sufriendo y padeciendo las consecuencias de años de despilfarro de fondos, de decisiones con fines electoralistas y sin proyección, son todos y cada uno de los Chubutenses y en especial, los empleados públicos, que lejos de haber sido “dignificados” durante su gestión, hoy se encuentran pasando uno de los peores momentos que la historia provincial recordará.
Nadie olvidará los episodios de represión vividos por los trabajadores en medio de manifestaciones legitimas, nadie olvidará la indiferencia por parte del Gobernador que luego de haber decretado días de duelo por las docentes fallecidas en la ruta, a la vuelta de una masiva movilización en Rawson, salía al aire de una radio Comodorense a militar por Alberto Fernández como presidente. Nadie olvidará la indiferencia demostrada por su gobierno cuando más de 30 mil personas salían a las calles en Comodoro Rivadavia a manifestarse por los derechos de todos. Nadie podrá borrar jamás la huella de las enormes pisadas que este Gobierno ha dado sobre los Chubutenses y que sigue profundizándose cada día más.
Todos los trabajadores sufren. Sufren porque tienen una familia que atender, gastos y compromisos con los que cumplir, sufren por su incumplimiento, sufren porque su lugar no es estar en la calle reclamando, en la intemperie de un corte de ruta o en una olla popular. Y frente a todo ese sufrimiento, aun existe la caradurez humana de salir a victimizar al Gobernador.
Quizás la salida que esta buscando no es la de la crisis sino la puerta de salida de Fontana 50.
Como máxima autoridad del Poder Ejecutivo Provincial, al Sr Gobernador no se le exige otra cosa más que lo que su función demanda: definir los destinos de Chubut. Utilizando las mismas palabras digo “no nos engañemos”, Arcioni no ingresó a la gestión antes de ayer. Fue parte del Gobierno de Das Neves y tiene responsabilidad política por otros tantos años de gestión peronista en la provincia, como así de sus propias decisiones antes de las elecciones del año pasado.
Acá señores no hay manipulación, acá hay realidad. La realidad es que afrontamos un déficit mensual de 1600 millones de pesos, con una enorme masa salarial de 5100 millones y con una recaudación de aproximadamente 3455 millones.
Escuchábamos decir durante la sesión ordinaria en la Legislatura, la semana pasada al Diputado Ingram en un tono algo elevado que en Chubut “no había plata”, lo cual es cierto, pero ¿qué hacemos con ello? Porque aún hoy no hemos asistido a ninguna propuesta de salida por parte del Gobierno, que demuestra asilamiento político e improvisación de forma constante.
La situación es mas que alarmante y nos empuja a un abismo del que no avizoramos la manera en la que podremos salir o escapar. Sin embargo, la mochila no la carga el Gobernador, la mochila la carga ese Docente que aún no ha cobrado y que cuando tiene que dar clases lo hace sin calefacción, con problemas edilicios, y sin recursos; la mochila la carga ese Médico que tiene que hacer largas horas de servicio, con la pasión de su profesión pero sin recursos, y con un salario pésimo; la mochila la cargan todos los empleados provinciales que probablemente estén altamente endeudados, con la heladera vacía, angustiados y con lágrimas en los ojos, recurriendo al apoyo colectivo para salir a gritar cada vez mas fuerte por algo fundamental: DIGNIDAD.