Mientras ayudaba a los bomberos, vio desde la ladera de un cerro cómo las llamas llegaban cerca de su casa, en Radal. En diálogo con Télam contó cómo se vivió el “caos descomunal” desde adentro.
Un residente de la Comarca Andina,Nicolás López Echeverri, vio desde la ladera de un cerro cómo las llamas llegaban cerca de su casa mientras ayudaba a los bomberos voluntarios a combatir el fuego. Como muchos vecinos, pasó la noche evacuado y contó a Télam cómo vivió el incendio.
“El fuego empezó a las cuatro de la tarde en Golondrinas, en la ladera del cerro Piltriquitón, con muchísimo viento. Empezó en una zona donde hay muchas casas y mucho bosque, en seguida llegaron los bomberos y se activó un protocolo de evacuación”, relató en diálogo con Télam.
“Yo estaba trabajando y desde ahí arriba se ve el valle. Se vio fuego en otros sectores de la comarca, como en cerro Radal, que es donde yo vivo, a unos cinco kilómetros de done estaba el fuego inicial. Se ve una columna de humo así que me fui a mi vivienda”.
“Evacuamos la casa y nos fuimos a El Bolsón. No se podía acceder a otras localidades, como El Hoyo, porque estaban las rutas cortadas. Los fuegos avanzaron hacia el sur y rodearon el pueblo”.
López Echeverri detalló que “el primer fuego llegó hasta Epuyén, que vendrían a ser unos 25 kilómetros, todo por arriba, bordaendo la ladera del Piltriquitrón, más o menos a mitad de montaña. Fue tanto el viento y tan intenso que avanzó muy rápido y quemó en cinco horas lo que hubiera tardado un mes”.
En ese avance de las llamas, siguió el vecino, “había viviendas: se quemaron muchas, algunas parcialmente y otras por completo. Acá se está hablando de desaparecidos y fallecidos”.
“La noche la pasamos sin dormir, apagando fuego y ayudando. Tengo muchos amigos que perdieron todo, sus casas, los animales, los autos. Ahora se están haciendo colectas de ropa, colchones y otras cosas en localidades cercanas, como Esquel y Bariloche. Se va a necesitar una ayuda grande”, contiunó.
“La gente hace lo que puede, los vecinos ayudan. Hubo gente que se tuvo que meter dentro del tanque australiano mientras los rodeaba el fuego”.
Además de casas, galpones e invernaderos “también se destruyó una parte importante del tendido eléctrico. Los postes con los cables y los transformadores. Estamos sin luz y sin gas, que se cortó por el peligro que podría conllevar”.
“Llueve desde la 1 de la mañana y por suerte aplacó el fuego, aunque en algunos lugares se sigue viendo humo”, siguió.
“Es un caos descomunal, inimaginable, de mucho error y el desconsuelo de ver tanta gente que perdió todo”, relató el joven, quien conoce desde cerca lo que significan esas palbras. En otro incendio poco años atrás, se quemó el restorán familiar, al costado de la ruta. Reconstruido desde los cimientos, ayer se salvó por poco.