La actividad se trató de una intervención fotográfica y lumínica, con algunos de los hitos más emblemáticos de la lucha protagonizada por las Madres y Abuelas en sus marchas y rondas de los jueves.
A 45 años del golpe de Estado que dio inicio a la última dictadura cívico-militar, la agencia pública de noticias Télam realizó una intervención fotográfica y lumínica en Plaza de Mayo en homenaje a la histórica lucha de las Madres y las Abuelas.
A través de 16 fotografías de gran tamaño y un montaje lumínico sobre los 32 pañuelos blancos que tallan las baldosas de Plaza de Mayo alrededor de su Pirámide, la instalación “Siempre están” ilustró algunos de los hitos más emblemáticos de la lucha protagonizada por las Madres y Abuelas en sus marchas y rondas de los jueves.
Este año, al igual que el anterior, las Abuelas, las Madres y el resto de los organismos de Derechos Humanos llamaron a no marchar a la Plaza para acompañar las medidas sociosanitarias contra el coronavirus que dispuso el gobierno nacional.
“A 45 años del golpe cívico-militar que devino en el episodio más oscuro de la historia argentina, desde la agencia pública nos parecía que no podían estar ausentes, ellas, sus rondas, y todos los que lucharon para volver a vivir en democracia”, señaló la presidenta de Télam, Bernarda Llorente.
Llorente subrayó que otro de los objetivos de la intervención es “recordar a nuestros 30.000 desaparecidos, víctimas del terrorismo de Estado, y a todos lo que lucharon para que la democracia sea posible en la Argentina y para que haya Memoria, Verdad y Justicia”.
“Es un homenaje a los que no están -agregó-, un homenaje a los que sufrieron, un homenaje a los que lucharon y un homenaje a nuestras Madres y Abuelas”.
Las 16 fotografías que componen “Siempre están” pertenecen al archivo de Télam, cuyo acervo busca ser preservado a partir de un proyecto que la legisladora Victoria Montenegro (Frente de Todos) presentó la semana pasada ante la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Dispuestas sobre la reja circular que rodea a la Pirámide, las fotografías mostraron el reclamo por la aparición con vida de los niños apropiados como parte de la plan sistemático de genocidio que llevó a cabo el terrorismo de Estado (reportero gráfico: Tito La Penna); y la extensa bandera que recogió el nombre y el rostro de los 30.000 detenidos desaparecidos en la marcha del 2007 (Candelaria Lagos).
Otras dos imágenes retrataron el grito “presentes”, replicado en decenas de retratos de detenidos desaparecidos en Tucumán; y la cabecera de la marcha contra el Punto Final impulsado por el alfonsinismo y que votó el Congreso Nacional en 1986.
Del lado oeste de la Plaza, iluminada por el rojizo del sol menguante, otra foto del archivo de Télam dio cuenta del acto de cierre de la marcha del 24 de marzo de 2018, en el que los organismos de derechos humanos advirtieron al gobierno de Mauricio Macri que no permitirían “ni un retroceso en las políticas de Memoria, Verdad y Justicia”.
También integró la instalación el homenaje, a 35 años de la primera ronda, a la fundadora de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, quien fue secuestrada y asesinada por la dictadura (Daniel Dabove); y un acto de las Madres en 1987 en el que denunciaron los crímenes perpetrados en la ESMA (“No son actos de servicio”, fustigaron cuando todavían debían disputar contra la impunidad), donde desde el 2004, durante el gobierno de Néstor Kirchner, funciona el Espacio Memoria y Derechos Humanos.
Con el poder del blanco y negro, “Siempre están” recogió, además, una de las primeras marchas, el enfrentamiento de las Madres y Abuelas contra las fuerzas represivas de la dictadura que pretendían acallarlas y de sus intentos para protegerse contra las balas, las cachiporras y los caballos de la Policía (José Manuel Fernández).
Una de las postales que dejó la Marcha de la Resistencia del 2016 (Fernando Gens), así como el homenaje a las Madres que celebró la feligresía de la Iglesia Santa Cruz, en el barrio porteño de San Cristóbal y uno de los lugares de resistencia contra la dictadura (Juan Roleri); también fueron parte de la intervención de Télam en Plaza de Mayo.
Cerraron la instalación las imágenes de la represión que sufrieron las Madres cuando, en su agónico final, el presidente Fernando de la Rúa dispuso el estado de sitio en diciembre de 2001 (Fernando Gens) y la mirada proyectiva de Memoria, Verdad y Justicia en los ojos marrones y rasgados de una niña sosteniendo, en 2008, la bandera con los nombres y retratos de desaparecidos (Paula Ribas).
La instalación de Télam en Plaza de Mayo implica que, pese a la pandemia que llevó a los organismos de Derechos Humanos a suspender por segundo año consecutivo la convocatoria a marchar, “está presente el espíritu de las Madres y Abuelas, el legado que nos dejan y la conciencia de los argentinas y argentinas en la búsqueda de justicia y no olvidar nuestro pasado”, reflexionó Llorente.
Horas antes, Télam rindió homenaje a tres trabajadores de la agencia desaparecidos y recibió, de manos de Montenegro, un proyecto de ley que propone preservar su archivo periodístico.
Durante un acto frente a una de las sedes de la agencia, en la calle Bolívar al 500 del barrio porteño de San Telmo, autoridades y trabajadores de Télam también participaron de la campaña “Plantamos Memoria”, impulsada por organismos de Derechos Humanos.
“Una parte fundamental de la memoria es no invisibilizar a las víctimas. Estos tres compañeros fueron desaparecidos porque tenían un compromiso de lucha e intentaron construir un mundo mejor”, dijo Llorente, al comenzar el acto y antes de inaugurar las nuevas placas que recuerdan a Célica Élida Gómez Rosano, Héctor Jesús Ferreiros y Alejandro Martín Almeida.