Puede haber muchos títulos y premios a la carrera científica de las personas que eligen ese camino para su vida. Pero cuando el reconocimiento para estas dos mujeres científicas del CCT CONICET-CENPAT viene de lo más profundo del amor y el sacrificio de trabajadores y trabajadoras que valoran con la misma importancia el dato científico como la dimensión humana, se podría decir que la tarea está cumplida.
Estas fueron las palabras con las que la Asociación de Pescadores Artesanales distinguieron a Ana Parma y Ana Cinti en la apertura de la XVII feria de Semana Santa “Lobo Orensanz” en Puerto Madryn el miércoles 31 de marzo.
Dijeron de Ana Parma:
“Porque su compromiso con la ciencia y la pesca artesanal es un gran aporte para el fortalecimiento de la actividad y un orgullo para nuestro país”.
“Ana representa el trabajo metódico y esforzado, siempre buscando el equilibrio y la excelencia en la tarea”.
“Aunque es modesta, la Asociación no quiere dejar que pase el tiempo sin destacar que su trabajo nos enorgullece tanto como si lo comprendieramos en su totalidad, porque si bien estamos lejos de entenderlo en su real dimensión, inspira respeto a sus pares y a todos nosotros. Y eso sólo se consigue con la presencia íntegra de una trabajadora de la ciencia, legítima y auténtica por dónde se la mire”.
“Tanto Ana como nuestro querido Lobo Orensanz nos enseñaron ciencia y humanidad. Y es allí donde los tendremos siempre: como ejemplo de humanidad donde anidan el respeto, el conocimiento y afectos imposibles de dimensionar”.
Y por su parte esta fue la semblanza de Ana Cinti:
“Hay unos cabellos rojos que se distinguen en las costas patagónicas, pero más que los cabellos, es el corazón dulce y la sonrisa dulce de Ana Colo Cinti, que las familias de pescadores artesanales valoramos y atesoramos en la historia última de la comunidad”.
“La Colo conjuga un apretujado abanico de pasiones: la biología pesquera y la preocupación social por las condiciones de los trabajadores y sus familias y…además una hermosa familia propia, llena de ciencia y amor”.
“Sin descuidar su sensibilidad social y su enorme intuición para participar en procesos sin intervenciones o posturas en favor de un único interés científico, sino buscando armonizar ideas e intereses a favor de todos”.
“Teniendo las mejores oportunidades en el extranjero, volvió a nuestra Península Valdés que no la olvido por largos 6 años y nunca perdió contacto con la Asociación. Compartiendo sus vivencias con otras comunidades de pescadores e intentando mecanismos de interacción e intercambio de experiencias de organizaciones pesqueras artesanales”.