En el año 1934 un grupo de Convencionales de la UCR fueron forzados al confinamiento en la ciudad de Ushuaia. Los cerca de 30 confinados radicales fueron apresados luego de celebrada la Convención Nacional del partido en Santa Fe, que ratificó la abstención de la UCR en los comicios fraudulentos que se realizaron a partir del golpe de estado que derrocó Hipólito Yrigoyen. Entre otros, fueron trasladados hasta Ushuaia en el transporte “Chaco”: Ricardo Rojas, Martín Yrigoyen, Adolfo Güemes, Honorio Pueyrredón, José Luis Cantillo, Francisco Luis Albarracín, Mario Guido, Enrique Mosca, que habían cumplido funciones de importancia durante la presidencia de Hipólito Yrigoyen.
Unos meses después de permanecer en Ushuaia, parte de los deportados radicales fueron trasladados en la misma condición de confinados hacia Puerto Madryn y aquí permanecieron varios meses. El periódico Golfo Nuevo, destacó especialmente la importancia que tuvo para la comunidad contar con personalidades tan distinguidas que se alojaron en el Hotel París y en el Hotel Siguero. Allí era común ver al Dr. Adolfo Güemes, nieto de general Martín Miguel de Güemes, que fuera gobernador de la provincia de Salta y candidato a Vicepresidente en la fórmula con Marcelo Torcuato de Alvear. Como era un excelente médico y profesor de la facultad de medicina, atendía en forma desinteresada a quien necesitara de sus servicios, complementando la atención del Dr. Buzzi, único médico que contaba el pueblo. O tal vez algún madrynense podía cruzarse con el Dr. Honorio Pueyrredón, ministro de Agricultura y de Relaciones Exteriores de Hipólito Yrigoyen y gobernador electo de la provincia de Buenos Aires en las elecciones de 1931 que fueran anuladas por el dictador José Félix Uriburu, o con José Luis Cantilo, intendente de la ciudad de Buenos Aires y luego gobernador de la provincia de Buenos Aires, con Enrique Mosca, gobernador de la provincia de Santa Fé y con otros dirigentes políticos de primer nivel.
Adolfo Güemes falleció en Capital Federal en el año 1947, soltero y si descendencia. Fiel a su ideología y a la estirpe de su abuelo, en su testamento donó una chacra que había pertenecido Martín Miguel de Güemes, conocida como “El Carmen de Güemes” para ser destinado a ser una escuela-granja, objetivo que se cumpliría recién en 1952.