Madryn

La Policía del Chubut rescató a víctimas de explotación laboral en una estancia

Vivían en un tráiler que solía utilizarse para trasladar caballos, no tenían agua potable y presentaban cuadros de deshidratación, junto a otros problemas de salud. Les prometieron una asistencia diaria pero los abandonaron durante 3 semanas en el medio del campo. En total, se identificó a 23 trabajadores que fueron perjudicados por la situación.

La División Prevención y Lucha contra la Trata de Personas de la Policía del Chubut, dependiente de la División Drogas de Esquel, desarrolló un operativo en una propiedad de ‘Pocitos de Quichaura’, en la zona de Tecka donde se localizó a 5 personas que denunciaron que fueron engañados por una oportunidad laboral y vivían en pésimas condiciones. A su vez, se identificó y tomó entrevistas a un total de 23 personas, oriundas del norte del país, que resultaron perjudicadas también por la situación.

La investigación se originó a través de un llamado que alertó a la División Trata de Personas sobre el hecho, y se comprobó que las personas permanecían en un campo sin contar con los insumos para la supervivencia básica, como agua y alimentos, entre otros.

Además, se los había ubicado en un tráiler que solía utilizarse para el traslado de caballos, dentro del cual se habían distribuido unos cuantos colchones en el suelo.

Cuadros de deshidratación y graves problemas de salud

El operativo tuvo que agilizarse debido a que varias de las víctimas presentaban un estado de deshidratación y estaban en un mal estado de salud. Ante este cuadro, la División Trata de Personas realizó el rescate de los damnificados, quienes trabajaban en extensas jornadas laborales y pernoctaban, hace 3 semanas, a 42 kilómetros del casco de la estancia, donde no existen caminos ni insumos básicos, y permanecían por tanto en condiciones infrahumanas de vida.

Las víctimas habían recubierto un carro con recortes de lona, nylon, restos de telgopor y maderas atadas con alambre para improvisar las divisiones de las camas cucheta para pasar los días.

En las cercanías se comprobó la existencia de un pozo de 60 x 70 centímetros de diámetro, de dónde extraían agua para el consumo diario como así también para higienizarse. Había restos de animales muertos a pocos metros de distancia, lo que generaba un riesgo sanitario para las personas que estaban en el lugar.

Los damnificados revelaron que uno de los encargados del campo les había ofrecido una asistencia cotidiana, pero luego no se hizo presente a lo largo de las 3 semanas que los trabajadores estuvieron en el medio del campo.

El operativo policial fue autorizado por la Justicia Federal y se contó con la coordinación del Área Drogas y Leyes Especiales con el despliegue en terreno de la División Antinarcóticos Esquel, la División Trata de Personas, los jefes de la Unidad Regional Esquel, la comisaría Tecka y la Subsecretaria de Trabajo y Programa de Rescate y Asistencia de Víctimas Trata Personas a cargo de la coordinación del Dr. Albarenga.

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