En la Argentina hay una epidemia de dengue. Desde 1997 el país volvió a registrar casos de personas que padecen la infección por el virus del dengue, que se transmite por la picadura de hembras de mosquitos Aedes aegypti. Eso ocurrió en Salta, en el norte del país, y desde entonces la circulación del patógeno fue ganando territorio hasta el sur.
Ahora, se está produciendo una nueva epidemia: 19 de las 24 jurisdicciones que conforman la Argentina están registrando casos autóctonos de dengue. Eso significa que son personas que adquieren la infección cerca de su lugar de residencia. Neuquén y Río Negro son dos de las cinco provincias que hasta el momento no han reportado casos autóctonos de dengue.
Pero expertos en ecología e infectología consideran que existe el riesgo de que haya transmisión del virus en esas dos provincias patagónicas y que se necesitan más campañas de comunicación para que la población actúe y colabore con la prevención.
“Es un riesgo teórico por el momento. Las autoridades de salud pública tienen que mantener la vigilancia sobre los vectores que transmiten el virus del dengue, que son los mosquitos”, sostuvo Adrián Morales, jefe del servicio de infectología del Hospital Provincia del Neuquén y vicepresidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
Cuál es el riesgo
Para propagarse en la región, el virus necesita de la presencia de mosquitos Aedes aegypti en las ciudades y áreas suburbanas, y que haya personas que lleguen desde otras regiones o países con la infección. Si esas personas son picadas, las hembras de mosquitos pasan a estar infectadas con el virus. Por lo cual, luego pueden transmitirlo cuando pican a otras personas. Así se podrían producir casos autóctonos y dar lugar a un brote epidémico. Por esto, es fundamental que las poblaciones de mosquitos no proliferen y para eso se deben eliminar los espacios que pueden ser criaderos con huevos y larvas.
“Las posibilidades de una transmisión autóctona de dengue existen”, advirtió el médico infectólogo de Neuquén Jorge Calderón. “El Ministerio de Salud de Neuquén hace 12 semanas consecutivas reporta la presencia del mosquito Aedes aegypti en el noreste de Neuquén capital. Es decir, el mosquito está y lo único que necesita es encontrar un virus. Por eso, es tan importante la denuncia y las tareas de epidemiología, de rastrear y evitar que tengamos fuentes de agua donde puedan crecer y mantenerse los mosquitos”, expresó Calderón.
“En Río Negro y Neuquén venimos trabajando en vigilancia desde el brote de la infección de dengue que hubo en el país en el año 2009. En un principio apuntábamos a la vigilancia para detectar si el mosquito bajaba hacia el sur. No lo esperábamos porque los mapas ambientales lo ubicaban por encima de Río Negro”, dijo Marcos Arezzo, director de zoonosis del Ministerio de Salud de Río Negro. Pero la situación cambió recientemente.
Desde 2023, en la capital de Neuquén se empezó a detectar la presencia del mosquito Aedes aegypti. Durante la temporada 2023-2024, los resultados positivos ocurrieron durante todo el verano. Es decir, “el mosquito -desde septiembre hasta ahora- proliferó en una zona delimitada de la ciudad. Esto demuestra que esa especie de mosquito se está adaptando al lugar”, afirmó Arezzo.
En tanto, en Río Negro, ya se identificó la presencia de mosquitos Aedes en Cipolletti y en Río Colorado. “En años anteriores no había hallazgos, pero este año se multiplicaron en cantidad. Ante esto venimos trabajando -Salud, municipio y la comunidad- con las medidas de prevención”, señaló Arezzo.
Cómo se hace vigilancia
Por su parte, la doctora en biología Marina Winter, investigadora de la Universidad Nacional de Río Negro, en la ciudad de Viedma, comentó cuál es el trabajo que se está llevando a cabo: “En Río Negro hubo hallazgos de mosquitos adultos de Aedes aegypti. Pero son aislados. La especie no está presente hasta ahora.
La provincia desde el Ministerio de Salud mantiene la vigilancia con ovitrampas en varias localidades (Viedma, Rio Colorado, Cipolletti, Allen, Choele Choel, Roca, San Antonio). Lo mismo hacemos desde la Sede Atlántica de la Universidad”. Con la Unidad Regional de Salud Ambiental de la sede Viedma se trabaja en conjunto y se buscan larvas de mosquitos. “Hemos recorrido gomerías, el cementario municipal, las inmediaciones del autódromo y algunos predios descampados con acumulacion de cubiertas. Pero no se encontraron larvas”. Además funciona la mesa provincial de dengue que trabaja en la identificación de especies de mosquito y vigilancia.
“La provincia está en alerta”, expresó expresó la Dra Winter, frente al riesgo de que ocurra circulación autóctona del dengue, “son fundamentales las campañas de información y sensibilización dirigidas a la comunidad. Es necesario que la población se involucre en la prevención de la enfermedad. Estamos aún en un escenario ventajoso: debemos evitar que la especie Aedes aegypti se instale o al menos retrasar su llegada”. Como el mosquito es una especie de hábitos domiciliarios, “los seres humanos generamos las condiciones ideales para su supervivencia. Por eso es necesario la participación responsable de cada persona”, indicó.
Cómo evitar que el mosquito del dengue se crie en los edificios y alrededores
Para evitar que las poblaciones de mosquitos proliferen, el Ministerio de Salud de la Nación recomienda:
– Eliminar todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (como latas, botellas, neumáticos).
– Si los recipientes no pueden eliminarse porque se usan de modo frecuente, debe evitarse el acceso del mosquito a su interior. Por eso, se recomienda: tapar tanques, aljibes y/o cisternas; dar vuelta baldes, palanganas, tambores, etc.; vaciar y cepillar frecuentemente objetos que puedan acumular agua y poner al resguardo bajo techo recipientes (por ejemplo, botellas retornables).
– Hay que cambiar el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada 3 días. Se deben frotar las paredes de los recipientes con una esponja o cepillo a fin de desprender los huevos del mosquito que puedan estar adheridos.
– Rellenar los floreros y portamacetas con arena húmeda.
– Mantener los patios y jardines limpios, ordenados y desmalezados.
– Limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos.
– Verter agua hirviendo en las rejillas y colocar tela mosquitera.
Hay que tener en cuenta que la fumigación no es efectiva para la prevención del dengue. Eso es porque la fumigación no mata las larvas, solo elimina al mosquito adulto y daña al ambiente.
Fuente: Daniel Quilodrán, Diario Río Negro “Bio, por el derecho a la ciencia”
Epidemia de dengue ¿Puede haber casos autóctonos en Río Negro y Neuquén?
