Afirmaba Don Victoriano Salazar en 1996 –en el inicio del Plan Estratégico Madryn Siglo XXI- “Madryn con un promedio de edad de su población de 25 años y un crecimiento del 3,8 % anual, para el año 2021 estará superando los cien mil habitantes”.
No se equivocaba en su proyección. Pero a continuación se preguntaba: “¿con qué calidad de vida?” y “¿con qué horizonte de futuro?”
Luego de advertir que la ciudad no puede ser objeto de una ideología, cerraba su intervención pidiendo a los madryenses que “hagan de su ciudad una prolongación de su vida, pero cuidado: su vida será también una prolongación de la ciudad”
El cuerpo de la ciudad son los edificios. Su vida se traduce en comunicación e intercambio en movimiento: mercaderías, materia prima, productos elaborados, automóviles, bicicletas, peatones. Y ello ocurre en el espacio público. En calles y plazas.
Ordenarlos es el primer desafío para que la ciudad funcione. Para lo cual hay que identificar cada movimiento, medirlo, darle el lugar apropiado y en la escala que corresponda, resolver los conflictos que surjan.
La calidad de vida que ofrece una ciudad depende de cómo se vincula el espacio privado (donde residen y trabajan sus habitantes) y el espacio público para que en conjunto funcione la ciudad.
¿Cómo podemos medir la calidad de vida?
Recientemente se ha originado en Holanda una regla para establecer una medida de calidad de vida, asociada a la presencia de árboles y espacios verdes.
La regla de 3 – 30 – 300 consiste en que cada persona pueda ver al menos 3 árboles desde su casa, tener un 30% de cobertura vegetal en su barrio y estar a 300 metros de un parque decente.
Si aplicamos esta regla de calidad de vida a nuestros barrios, ¿qué resultados imagina?
¿Cuánto espacio verde es necesario? Según los especialistas en la materia, las ciudades deberían contar con 50m2 de superficie vegetal por habitante, aunque 15 m2 se considere aceptable y el mínimo es 9m2.
¿Cuánto espacio verde tenemos en Madryn por habitante?
No lo sabemos, porque no se mide. Hace unos 28 años eran unos 3 M2 por habitante. No creo que lo hayamos incrementado. Atento a la expansión territorial de la ciudad lo más probable que estemos por debajo de ese número.
Sería bueno medirlo, y por barrios, aplicando la regla 3 – 30 – 300, ¿no le parece? Así tendríamos un indicador REAL de calidad de vida.
Columna: La ciudad
Las ciudades crecen y se desarrollan…o se inflan y explotan
Columna de opinión semanal orientada a incentivar el debate público sobre Puerto Madryn.
ARQUITECTO CARLOS ENRIQUE SANABRA
Desde 1983 vinculado a temas urbanos. Los primeros 16 años desde el ámbito público. Luego desde el ámbito privado hasta la fecha.
