Pamela Demes, integrante del Sindicato de Inquilinos de Chubut, expone la crítica situación que enfrentan miles de familias inquilinas en la provincia. En una reciente entrevista, Demes compartió el balance del trabajo realizado a nivel provincial y la falta de respuestas.
Desde el sindicato, se mantiene una presión constante en la Cámara de Diputados y en el Consejo Deliberante local. “Entendemos que ahí es donde se tiene que resolver la situación. Sin embargo, hasta ahora no hemos recibido propuestas concretas ni medidas de contención para las familias que atraviesan un momento muy difícil”, afirmó Demes.
La inacción ha llevado a que muchas familias se muden cada cuatro a ocho meses debido al constante aumento de los alquileres. “La situación es insostenible; las inmobiliarias y propietarios están aplicando un 10 % de penalización en caso de rescindir contratos por falta de pago. Esto agrava aún más la crisis económica y psicológica de las familias”, explicó.
La realidad es alarmante: los costos de los alquileres han aumentado de forma desmedida, y los valores iniciales de los contratos están fuera del alcance de la mayoría de los salarios. “Ayer publicamos un cuadro comparativo de salarios, y todos los indicadores están en rojo. Necesitamos que el Estado actúe y medie a favor de las familias inquilinas”, demandó Demes.
El Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) es escaso en su capacidad de construcción, y los proyectos como Procrear han entregado muy pocas viviendas en comparación con la demanda existente. “Estamos frente a un problema estructural: tres generaciones de inquilinos, desde los abuelos hasta los nietos, todos en la misma situación”, advirtió.
Demes subrayó que en Europa, el Estado construye viviendas para alquilar, evitando así los desalojos masivos. En contraste, en Chubut, los inquilinos enfrentan un mercado individualizado, donde muchos viven en condiciones precarias, en conventillos o unidades habitacionales simples. “Es difícil movilizar a las familias trabajadoras, que suelen tener múltiples empleos solo para cubrir sus necesidades básicas”, concluyó.
La necesidad de crear más unidades habitacionales a precios razonables se vuelve urgente en un contexto donde la vivienda digna se ha convertido en un lujo inalcanzable.