El primer año de la presidencia de Javier Milei podría marcar una diferencia en lucha contra la pobreza en Argentina. A pesar de las políticas de ajuste fiscal que implicaron una reducción del gasto público superior al 30%, y un escenario económico de normalización de los precios relativos tras la liberación de controles de precios y la devaluación del peso en diciembre pasado, el panorama social podría cerrar 2024 con una tasa de pobreza más baja que la que dejó el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Según especialistas en pobreza consultados por LA NACION, el segundo semestre del año podría finalizar con una tasa de pobreza cercana al 40%. Este dato es significativo si se considera que el gobierno kirchnerista había dejado una tasa del 41,4% al término de su mandato. Además, el último informe del Indec muestra una mejora progresiva, destacando que para el tercer trimestre de 2024 la pobreza había disminuido hasta un 38,9%.
El descenso en los niveles de pobreza se atribuye principalmente a la estabilización de la macroeconomía, un factor que ha permitido recuperar de manera paulatina la actividad económica, el empleo y los salarios. A pesar de que los avances siguen siendo modestos, con pequeños incrementos mensuales, el gobierno de Milei ha logrado consolidar una tendencia a la baja de la pobreza.
El impacto de las medidas adoptadas por el Gobierno en el último año es reflejado por datos que provienen del Ministerio de Capital Humano, a través del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS). Estos datos, respaldados por cifras del Indec, proyectan que en el tercer trimestre de 2024 la pobreza alcanzó el 38,9%, un retroceso con respecto al nivel registrado en 2023.
Aunque el Indec solo publica los datos de pobreza de forma semestral, el Ministerio de Economía estima que la tasa de pobreza cerrará 2024 en un nivel inferior al que había dejado la administración de Fernández. Este progreso, aunque moderado, podría ser un indicio de que las políticas de ajuste y estabilización económica están generando efectos positivos en el largo plazo.
Para muchos expertos, la verdadera prueba estará en los próximos meses, cuando se publiquen los datos finales del cierre de 2024. Según las estimaciones del gobierno, los números de pobreza podrían seguir una tendencia decreciente, aunque la situación social seguirá siendo crítica debido a los altos niveles de inflación, la falta de empleo formal y la creciente desigualdad.
¿Qué nos depara el futuro?
Aunque las proyecciones son optimistas, la pobreza en Argentina sigue siendo uno de los principales desafíos del nuevo gobierno. A pesar de la estabilización macroeconómica, los efectos del ajuste fiscal, la inflación y la devaluación del peso siguen golpeando con fuerza a los sectores más vulnerables. La situación social continuará siendo tensa, y la capacidad del gobierno de Milei para mantener su enfoque en el control de la inflación mientras impulsa una recuperación sostenida será determinante para evaluar los resultados finales.
El próximo informe del Indec, que se publicará el 31 de marzo de 2025, brindará una visión más clara de cómo terminó el año en términos de pobreza. Mientras tanto, el gobierno continúa trabajando para reducir la pobreza en un contexto económico complejo, con un ajuste fiscal que sigue generando incertidumbre en muchos sectores sociales.