El Ministro de Salud Mario Lugones formalizó el despido del 40% de la planta de la Dirección de Respuesta al VIH, Hepatitis y Tuberculosis, lo que se suma a los 1,400 despidos recientes en el Ministerio. Esta medida pone en riesgo la respuesta sostenida a estas pandemias en un contexto crítico, donde los diagnósticos de VIH y Tuberculosis siguen en aumento y las Hepatitis virales continúan siendo prevalentes.
Los profesionales despedidos tenían un rol clave en la provisión de medicamentos, la planificación de acciones de prevención y la ejecución de estudios sobre las poblaciones más vulnerables. La eliminación de estas coordinaciones pone en peligro la capacidad del Ministerio para garantizar el acceso a tratamientos y diseñar estrategias de intervención efectivas.
El desmantelamiento de estas direcciones contraviene la Ley 27.675, que otorga al Gobierno Nacional la responsabilidad de asegurar la provisión de medicamentos e insumos a toda la población. La descentralización de las compras de medicamentos a las provincias podría generar un mayor déficit fiscal y obstaculizar el acceso a los tratamientos necesarios.
Organizaciones y activistas alertan sobre el riesgo que esto representa para la vida de miles de personas, advirtiendo que la desfinanciación y el desmantelamiento de la salud pública pueden resultar en consecuencias trágicas. Exigen que el Estado cumpla con su responsabilidad y piden la reversión inmediata de los despidos.
