Mirtha Legrand viajó el 30 de diciembre a Mar del Plata, donde disfrutó de una celebración de Año Nuevo en el hotel Costa Galana, que siempre la tiene como su huésped más destacada.
La conductora, acompañada de su chofer Marcelo, llegó para ser la anfitriona del lujoso evento, mientras su familia se encontraba dispersa en otros destinos: su hija Juana en Brasil, junto a su novio Yago Lange; su hija Marcela y su nieto Nacho en Punta del Este.
En la mesa principal del Reveillón, Mirtha estuvo acompañada de su amiga íntima María del Carmen Cheda de Álvarez Argüelles, presidenta honoraria del grupo Álvarez Argüelles Hoteles; Claudia Álvarez Argüelles, presidenta del grupo y vicecónsul honoraria de España en Mar del Plata; su esposo Esteban Dottavio; el hijo de Claudia, Matías Basanta Álvarez, junto a su esposa Natalia Salvini; el estilista personal de Mirtha, Hector Vidal Rivas, su hija Manuela Vidal Rivas con su novio Roberto Atorino; y los amigos de la diva, Alejandro Veroutis y el empresario Marcelo Megna.
El evento fue conducido por Julián Labruna, y la cena comenzó a las 21. Mirtha hizo su entrada al salón principal a las 21:30, luciendo un elegante vestido de IARA, bordado en minipaliet blanco con flores, que ya había usado en los Martín Fierro de la Moda y en uno de sus programas. Su peinado fue realizado por Leo Cosenza y su maquillaje por Gladis Andrade. Además, completó su look con alhajas personales.
El menú de la velada estuvo compuesto por una entrada de salmón ahumado, langostino marinado, pulpo, brotes tiernos y vinagreta de huevas de salmón, seguido de un plato principal que ofrecía roll de cordero braseado, acompañado de papa rellena con ragú de portobellos y setas del bosque.
Para el postre, se sirvió una gourmandise de pistacho amarena sobre espejo de cacao, mousse de pistacho y mousse de amarena sobre biscuit de chocolate.
Cerca de la medianoche, Mirtha tomó el micrófono para compartir unas palabras con los presentes:
“Vamos a celebrar el Año Nuevo con toda felicidad, con entusiasmo, con optimismo, con amor, para que todos los argentinos, de una vez por todas, nos unamos y nos queramos un poco más. Yo los amo a todos porque estoy aquí después de tantos años, soy una mujer grande y sigo trabajando con todo entusiasmo y todo amor y todo respeto. Hagamos un programa una vez por semana, con entusiasmo, como si fuera el primer día. Me encanta estar en contacto con ustedes…”
Luego de las campanadas, los invitados bailaron al ritmo de Los Totora, y Mirtha, incansable, se unió al baile con un bastón lumínico, disfrutando de temas como La Ventanita y Bombón Asesino.
Mirtha planea quedarse en Mar del Plata durante todo enero y parte de febrero. Esto dependerá de las negociaciones que su nieto, Nacho Viale, esté llevando a cabo con Canal 13 para poder realizar sus programas desde el Costa Galana. Si las negociaciones son favorables, La Noche de Mirtha podría comenzar en la última semana de enero, aunque aún no se ha firmado el contrato.
Mientras tanto, la Chiqui disfruta de los servicios del spa del hotel y está alojada en la suite principal, que lleva su nombre. Su primera aparición pública será el viernes para ver Brujas en el teatro Atlas. También tiene prevista la presidencia de una gala benéfica en apoyo al Hospital Materno Infantil de Mar del Plata, que se llevará a cabo el 4 de febrero.
Poco después de terminar su último programa en Canal 13, Mirtha subió un video a sus redes sociales, donde expresó sus deseos para el próximo año. Con una copa de champagne en mano, rodeada de sus invitados, dijo:
“Para todos ustedes, feliz año, que sean muy felices y tengamos una Argentina maravillosa. Y todos unidos los argentinos. Hay que quererse señores y otra vez, feliz año, feliz año para todos.”