Agustina Sancha, directora de la Dirección de Prevención de Adicciones y Dispositivo Territorial Comunitario de Sedronar, compartió con nosotros los principales objetivos y actividades programadas para este nuevo año. El 2025 comienza con un enfoque renovado en la prevención y el acompañamiento, especialmente dentro de las comunidades educativas.
Uno de los objetivos principales de la dirección es realizar varias jornadas de capacitación dirigidas a docentes, tutores y preceptores de escuelas secundarias. A pesar de que las fechas exactas aún no están confirmadas, Sancha aseguró que estas actividades comenzarán después de marzo, una vez que las clases hayan arrancado con normalidad.
Además, el trabajo en prevención continuará durante todo el año con campañas y presencia en eventos masivos, especialmente aquellos que congregan a jóvenes. “El año pasado finalizamos con la presencia de la dirección en varios eventos deportivos, como partidos de fútbol en el club Madrid y el club Preambut”, explicó Agustina, destacando la importancia de estar presentes en espacios de gran circulación de personas.
Otro aspecto que continuará en 2025 es el trabajo directo con la comunidad. Durante el año pasado, la Dirección de Prevención de Adicciones organizó talleres abiertos tanto en escuelas como en clubes deportivos. En estos espacios, además de brindar información, se generaron instancias de reflexión sobre el consumo de sustancias y otras problemáticas relacionadas.
El dispositivo, que actualmente funciona en Sarmiento 1235, está disponible para recibir a usuarios de lunes a viernes de 8:00 a 14:00 horas, y en la tarde se organizan talleres y actividades grupales. Sancha mencionó que el número de usuarios atendidos en el dispositivo ha crecido en comparación con años anteriores. Esto refleja, por un lado, un aumento de la problemática, pero también el reconocimiento de este espacio como un lugar de referencia para aquellos que buscan ayuda frente a dificultades vinculadas al consumo.
La población que asiste al dispositivo está compuesta principalmente por jóvenes entre 15 y 25 años, quienes, en su mayoría, atraviesan vulneraciones de derechos en diversos ámbitos. “Muchos de ellos son jóvenes que deberían estar escolarizados, por lo que trabajamos activamente en retomar su trayectoria educativa”, comentó Agustina. La articulación con las escuelas y los tutores es fundamental en este proceso.