En una conferencia de prensa realizada hoy, el Sindicato de Guardavidas de Puerto Madryn expresó su rechazo y preocupación por las recientes situaciones de violencia ocurridas en Playa Unión, específicamente en la localidad de Rawson, donde algunos guardavidas fueron cesanteados por su desempeño laboral. En el evento, los representantes del sindicato recalcaron que, a pesar de la formación profesional que reciben, los guardavidas enfrentan condiciones de trabajo precarias, con escaso respaldo institucional y una falta de reconocimiento en la mejora de su servicio.
El Secretario General del sindicato, Adrián Escalante, fue el encargado de transmitir el mensaje, subrayando que el incidente de violencia en Playa Unión, que se viralizó a nivel nacional e internacional, no refleja la labor diaria de los guardavidas. “Nuestro rol es salvar vidas, prevenir accidentes y cuidar a los bañistas. Repudiamos todas las situaciones de violencia, que no tienen cabida en nuestra profesión”, afirmó Escalante. Asimismo, señaló que la violencia no solo se limita a las agresiones físicas y verbales, sino que también incluye las persecuciones ideológicas y la falta de condiciones laborales dignas.
El dirigente sindical denunció que los trabajadores de Playa Unión no cuentan con una serie de derechos fundamentales, como el acceso a ART (Aseguradora de Riesgos del Trabajo), seguro de vida, obra social, ni aportes jubilatorios. Además, destacó la ausencia de un convenio colectivo de trabajo que ampare a los guardavidas. “Hoy nuestros compañeros están totalmente desamparados”, expresó Escalante. En este contexto, pidió que el gobierno provincial, que aporta el 40% del operativo de seguridad, tome cartas en el asunto no solo en relación a las situaciones de violencia, sino también para regularizar la situación contractual de los trabajadores.
Los guardavidas de Puerto Madryn, que cuentan con años de capacitación y formación profesional, destacaron que la situación en Playa Unión dista mucho de ser la ideal. A pesar de contar con un protocolo de seguridad denominado “código violeta” para enfrentar situaciones de violencia, los profesionales de Rawson se encuentran con serias dificultades para llevar a cabo su labor de manera efectiva debido a la falta de organización y la inestabilidad laboral.
Escalante también remarcó la importancia de una formación más completa para los guardavidas, que en Rawson reciben un curso de solo dos meses, en contraste con los 16 módulos y 750 horas de formación que ofrecen en Puerto Madryn. Esta disparidad en la calidad de la formación genera tensiones y dificultades en la coordinación y eficiencia de los operativos de seguridad en la playa.
El sindicato también hizo un llamado a mejorar la estructura organizativa y la estabilidad laboral en Playa Unión, donde los cambios constantes de coordinadores dificultan la implementación de estrategias a largo plazo. “Esto es un reflejo de la falta de visión política en el municipio de Rawson. Los guardavidas están trabajando en condiciones de extrema precariedad, lo que pone en riesgo tanto su bienestar como la seguridad de los bañistas”, comentó Escalante.
