Así lo expresó el titular del Ejecutivo provincial al detallar los distintos casos de profesionales, y prestadores de la obra social, cuyo accionar generó un perjuicio millonario para los afiliados. “Esto pasó durante muchísimo tiempo, con total impunidad”, mencionó.
El gobernador de Chubut, Ignacio “Nacho” Torres, y el presidente del Instituto de Seguridad Social y Seguros (ISSyS), Sergio Wisky, brindaron una conferencia de prensa en la que abordaron una serie de graves denuncias penales radicadas por la actual gestión a prestadores de la entidad, que habrían incurrido en distintos tipos de fraude en perjuicio de la obra social Seros. Además, participaron de la conferencia el fiscal de Estado de Chubut, Andrés Giacomone; y el procurador General, Jorge Miquelarena.
Las denuncias abarcan irregularidades financieras, como así también relacionadas con prestaciones facturadas que no habían sido realizadas, encuadradas en la figura de “fraude en perjuicio de la administración pública”, según lo determinado por el Artículo 174, inciso 5 en función del artículo 172 del Código Penal.
Los profesionales denunciados por haber incurrido en este tipo de prácticas son, entre otros, una psiquiatra, un cardiólogo y un traumatólogo, y las denuncias también alcanzan a procedimientos irregulares detectados en varios centros de diagnósticos por imágenes, uno de ellos en Trelew y otro en Esquel.
“Un acto de Justicia”
Al respecto, Torres sostuvo que “en su momento, tomamos la decisión de intervenir el Instituto, en primer lugar para normalizarlo y que se hicieran las elecciones y que el ISSyS contara con autoridades legitimadas por los socios” y agregó que “cuando comenzamos a ver que en la obra social se habían disparado algunas prestaciones en los últimos años, y empezamos a analizar cuáles eran las consecuencias, entendimos que era necesario ir a fondo, por eso quiero agradecer a Sergio Wisky y a todo el equipo de trabajadores y auditores, que lograron un resultado económico importante, el cual no solo se verá reflejado en prestaciones, sino en un acto de Justicia”.
“Quienes vienen robando hace mucho tiempo a la obra social y, por ende, a sus afiliados, van a tener una implicancia penal por primera vez en mucho tiempo”, advirtió el mandatario provincial, destacando que este tipo de comportamiento se acentuó en las últimas gestiones, “con total impunidad”.
Los casos detectados por la auditoría “son muchos”, aseguró también Torres, remarcando que “hablamos de un ahorro fiscal de más de $1.000 millones, solamente en esta primera instancia”.
“Son delincuentes”
En otro orden, el titular del Ejecutivo provincial criticó “el nivel de impunidad con el que se manejaban algunos prestadores, que por cierto más que ello, son delincuentes” y describió que “un vecino fue a una farmacia a comprar un medicamento para el dolor de cabeza, y allí le preguntaron si iba a retirar el Clonazepam que tenía recetado, el cual en realidad nunca había pedido, ni siquiera tomado”.
“Esta psiquiatra truchaba las firmas para retirar psicotrópicos, sin siquiera haber atendido a ese supuesto paciente”, detalló.
“También, tenemos el caso de un cardiólogo que literalmente internó a un paciente, el cual tenía que hacerse un cateterismo, pero luego le informaron que no era necesario; esta persona pidió su historia clínica y en la misma no solamente figuraba que lo habían operado cuando nunca había tenido una intervención quirúrgica, sino que esa prestación se había facturado y cobrado a Seros”, sentenció Torres.
“Le robaron a todos los chubutenses”
Por otra parte, el Gobernador hizo referencia a otra de las denuncias que surgieron a partir de la auditoría: “Un centro de imágenes de Trelew ‘truchaba’ las órdenes de un traumatólogo de la misma localidad. Y en un caso todavía más grosero, un centro de imágenes de la ciudad de Esquel utilizaba una metodología similar, pero en este caso, todavía más grave porque no solo había sobreprestación, con más de 1.700 tomografías truchas, sino que también se falsificaba la firma del auditor de Seros”, explicó.
“Esto pasó durante muchísimo tiempo, y si solo por haber detectado estos casos hemos tenido un ahorro de más de $1.000 millones de pesos, cabe preguntarnos cuánto le han robado gestiones anteriores a nuestra obra social”, puntualizó Torres.
A su vez, el mandatario provincial señaló que “no queremos que esto quede solamente en una auditoría médica o en correr a un prestador de la obra social: hicimos las denuncias penales correspondientes y haremos las que correspondan, porque queremos que esos prestadores que estafaron a la provincia y que le robaron a todos los chubutenses, pierdan su matrícula y vayan presos”.
Casos denunciados y sumarios internos
Por su parte, el presidente del ISSyS, Sergio Wisky, explicó el origen de la investigación, enmarcado en la administración de las finanzas del Instituto y en la transparencia de los procedimientos: “Nos pusimos dos focos: por un lado, analizar los gastos, y por el otro determinar cómo podíamos estabilizar financieramente a la obra social”.
“Hay evidencia de cómo se deben usar los recursos para cuidar a nuestros pacientes, y lo cierto es que hoy hay mucha angustia en pacientes y colegas, algunos de los cuales han utilizado su capacidad para afectar individualmente a quien le cometieron un fraude con su firma o tratamiento”, expuso el titular del Instituto.
“Detectamos casos de sobreprestaciones y a esos prestadores se les dio de baja, pero también están los casos graves que hemos denunciado; y otros internos que se encuentran en etapa de sumario, y que implicaban un perjuicio económico para la obra social”, sostuvo Wisky, advirtiendo que “acaso una de las consecuencias más graves es que un lugar como el Instituto, que debe generar confianza en el paciente, generaba desconfianza; por eso hoy tenemos el desafío de tomar decisiones que incomoden, pero que son necesarias, adecuadas y las que cada afiliado nos reclama”.
“Hemos mejorado los ingresos y egresos, y actualmente hemos podido comenzar a pagar en tiempo y forma a nuestros prestadores a 60 días, cuando en anteriores gestiones y cuando asumimos, dicho plazo era de 120 días”, destacó el titular del Instituto, agregando que “hemos logrado estabilizar el gasto, incluso con el caso de un solo medicamento que hace cuatro meses pagábamos un 74% más caro, hoy nos permite ahorrar $511 millones por mes; y con ese ahorro hemos podido mejorar algunas prestaciones, y diseñando otras que luego implementaremos”.
A su turno, el procurador General de Chubut, Jorge Miquelarena, explicó los alcances de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos contra la Administración Pública, a partir de los casos denunciados: “La obra social es de los afiliados, y somos muchos en esta provincia. En consecuencia, cuando algún ‘vivillo’ comete un delito que perjudica a la obra social, perjudica a todos. Y los delitos de corrupción afectan gravemente todo el entramado social, ocasionando un daño que muchas veces no se ve, pero que es infinitamente mayor al que puede ocasionar cualquier delito común”, expresó el funcionario del Poder Judicial.
Facturas apócrifas
Según el informe elaborado por el área de Auditoría Médica del ISSyS, el caso que refiere a una profesional del rubro de la Psiquiatría, expuso que en el lapso de tiempo entre noviembre y diciembre del año 2024, la médica cometió diversos hechos que resultan encuadrar en conductas penadas por nuestro código penal sustantivo.
En su calidad de profesional de la salud, y prestadora de servicios del Instituto, realizo facturaciones psiquiátricas en nombre de afiliados que no habrían recibido atención medica de su parte, ni se habrían entrevistado con ella en ninguna ocasión.
Por otro lado, de la Auditoria Medica realizada surge que la profesional prescribió, en diversas oportunidades, recetas para medicamentos psiquiátricos en nombre de afiliados que no necesitaban de los mismos. Dichas recetas habrían sido utilizadas para retirar medicamentos de diversas farmacias de manera mensual por la denunciada, generando un impacto económico aproximado, a partir de dicha maniobra fraudulenta, que asciende a $1 millón en perjuicio de los afiliados del Instituto.
Dichas conductas, reprochables moral y éticamente, comprometen no solo la confianza de los afiliados con el sistema, sino también la confianza de la sociedad con las instituciones de salud, y en apariencia configuran delitos penales tipificados por el Código Penal.
Los delitos por los cuales fue denunciada la médica psiquiatra son “falsificación de documentos privados” (art. 292 C.P.); “fraude en perjuicio de la administración pública” (art. 174 inc. 5 en función del art. 172 C.P.); y “uso indebido de identidad” (Art. 296 C.P.), sin que se descarte la posibilidad de comisión de otros tipos penales en su calidad de autora, conforme el Artículo 45 del Código Penal.
Engaño a un paciente
Otro de los casos relevados y denunciados tiene como denunciado a un cardiólogo, quien de acuerdo a la investigación, del 26 al 29 de noviembre de 2024, habría cometido una serie de hechos penados por el Código Penal.
En su calidad de profesional de la salud, y prestador de servicios del Instituto de Seguridad Social y Seguros, el profesional declaró y consignó en la foja quirúrgica de un paciente que había realizado un procedimiento percutáneo, lo que conlleva una intervención médica invasiva, cuando en realidad dicho procedimiento, según surge de las pericias realizadas por Auditoria Médica, nunca se realizó.
Esto reviste aun mayor gravedad, ya que dicho accionar se llevó a cabo a través del engaño al paciente, quien ingresó a la clínica, permaneció en una habitación, y horas después se le informó que no fue necesario realizar el procedimiento por el cual está siendo ingresado al instituto médico. Sin embargo, al solicitar copia de su historia clínica, el paciente detectó que el procedimiento en cuestión había sido registrado como “realizado”, con todas las formalidades correspondientes.
Es así como el afiliado decidió realizar la denuncia en la obra social y se puso a disposición de las autoridades de la misma, a efectos de ser revisado por los auditores médicos, quienes constataron la inexistencia de dicho procedimiento.
Este comportamiento en apariencia contrario a las normas que rigen la ética profesional, así como también tipificado el Código Penal, tuvo un impacto económico sobre las arcas de la obra social ISSyS, así como también para el erario público provincial, sin mencionar la vulneración a la confianza del paciente, quien fue engañado respecto a su atención médica.
Las calificaciones legales encuadradas en la denuncia son “falsificación de documentos públicos/privados” (art. 292 C.P.); “fraude en perjuicio de la administración pública” (Art. 174 inc. 5 en función del art. 172 C.P.) y la posible comisión de otros tipos penales en calidad de autor, por parte del profesional y hasta entonces prestador del ISSyS.
Irregularidades en prescripciones
Uno de los casos más graves denunciados, apunta al accionar de un traumatólogo que habría indicado más de 1.700 prescripciones, entre ellas imágenes, materiales y prácticas médicas, superando por un margen significativo a los diez traumatólogos principales de la provincia en este tipo de indicaciones.
Este accionar configura el mayor porcentaje de gastos de la obra social respecto de prescripciones en imágenes, y ante esta situación, la obra social Seros resolvió dar de baja al profesional en su calidad de prestador, tras haber confirmado las irregularidades, las cuales se consideró causaron “daños económicos de relevancia a la obra social, de tal magnitud que aún no se han podido cuantificar”.
Falsificación de la firma de un auditor
Otro de los hechos de mayor gravedad fue detectado en noviembre de 2024. Según el informe elaborado por la Auditoría Médica del ISSyS, un centro de diagnóstico por imágenes de Esquel habría utilizado el sello y la matrícula de uno de los médicos auditores de la entidad, sin su consentimiento. Ello, para la prescripción de estudios médicos, en su mayoría resonancias magnéticas.
La cantidad de estudios realizados de manera irregular ascendieron a 159, generando un impacto negativo en las arcas de la obra social, equivalente a $21 millones.
A su vez, se configuró una notoria falta de controles internos por parte de los auditores y responsables de ISSyS, quienes no detectaron, o bien al hacerlo, no corrigieron las maniobras en tiempo y forma, permitiendo un accionar contrario a la normativa vigente.
En este caso, los delitos encuadrados en la denuncia son el de “falsificación de documentos públicos/privados” (art. 292 C.P.); “fraude en perjuicio de la administración pública” (Art. 174 inc. 5 en función del art. 172 C.P.), sin que se descarten otros posibles tipos penales en calidad de autor para la persona denunciada.
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