Hoy comenzó un importante taller internacional sobre el monitoreo de biodiversidad en las costas, con la participación de expertos y profesionales de Argentina, Uruguay, Chile, Colombia, Ecuador y Puerto Rico. Este evento de cinco días tiene como objetivo fortalecer la aplicación de técnicas de monitoreo efectivas y de bajo costo, que permitan detectar los cambios en la biodiversidad marina.
El taller, organizado por el CONICET, es una instancia clave para compartir experiencias, tanto teóricas como prácticas, sobre el monitoreo de ecosistemas costeros. Durante las jornadas, los participantes tendrán la oportunidad de realizar actividades de campo, siguiendo los protocolos establecidos que se emplean en la región, para luego discutir los resultados y posibles mejoras en las metodologías utilizadas. Las sesiones teóricas se llevarán a cabo en aulas, mientras que en terreno se aplicarán técnicas innovadoras, como el uso del DNA ambiental para la identificación de especies marinas, una de las herramientas más recientes para el monitoreo.
Juan Pablo Libore, investigador adjunto del CONICET y uno de los organizadores del taller, destacó la relevancia del evento: “El monitoreo de biodiversidad en las costas es fundamental para poder identificar cambios en los ecosistemas marinos a lo largo del tiempo. Al estar enfocados en especies clave como las formadoras de hábitat, que son fundamentales para mantener la estabilidad ecológica, podemos detectar alteraciones en la biodiversidad antes de que se produzcan cambios irreversibles en el medio ambiente”.
El taller busca, además, expandir este modelo de monitoreo más allá de las fronteras argentinas. Con más de 15 años de experiencia en el país, el proyecto ha logrado extenderse a otros países de América Latina, como Uruguay y Chile. La intención ahora es ampliar aún más su alcance, llevando estas técnicas a otras partes del mundo, en especial a aquellos países con ecosistemas costeros vulnerables que necesitan ser protegidos.
El monitoreo costero se caracteriza por ser a largo plazo y a gran escala geográfica, lo que permite tener una visión integral sobre el estado de los ecosistemas y la biodiversidad marina. “Lo que buscamos es crear un registro continuo que nos permita identificar tendencias y alertar sobre cambios que puedan afectar a especies que dependen de hábitats formados por organismos clave. De esta forma, podemos actuar con tiempo para evitar una mayor pérdida de biodiversidad”, explicó Libore.
Los asistentes al taller incluyen no solo a investigadores, sino también a guardaparques y otros actores involucrados en la conservación marina. La participación de estos profesionales es clave para que las técnicas aprendidas en el taller puedan ser replicadas en diversas áreas del mundo, contribuyendo así a una mayor protección de las costas y la biodiversidad marina global.