La temporada estival de 2025 en Puerto Madryn ha sido, para muchos, una de las más bajas en términos de afluencia turística, con un descenso aproximado del 30% en comparación con la temporada anterior. Esta caída en los números no es exclusiva de la ciudad, sino que forma parte de una tendencia que afecta a todo el país, vinculada a la difícil situación económica que atraviesa Argentina.
Según fuentes del gremio UTHGRA, el impacto de esta baja ha sido significativo, tanto en la cantidad de turistas que visitan el destino como en las condiciones laborales de quienes dependen del sector turístico. A pesar de que no se registraron grandes despidos, el número de puestos de trabajo nuevos no ha sido suficiente para satisfacer la demanda estacional, lo que refleja una falta de crecimiento en el sector.
El contexto económico nacional es uno de los factores principales de esta disminución en el turismo. La crisis económica ha generado una reducción del poder adquisitivo de los argentinos, lo que ha llevado a muchas familias a recortar sus gastos, incluyendo los viajes de ocio. Esta situación también afecta a las pequeñas y medianas empresas que dependen del turismo para sostenerse durante todo el año.
El gremio UTHGRA ha resaltado la necesidad de que tanto el Gobierno provincial como el municipal trabajen en conjunto para implementar incentivos que ayuden a mitigar esta caída. El objetivo es evitar que la situación empeore y, de ser posible, sostener las fuentes de trabajo. “Estamos pidiendo al Gobierno provincial que se pueda trabajar en incentivos para paliar la situación y que la baja no sea tanto, dándole las posibilidades a las empresas de seguir abiertas durante todo el año”, explicó un portavoz del gremio.
A pesar de los esfuerzos por mantener las fuentes de trabajo, la realidad es que el retroceso es evidente. Como destacó un representante del sector, “lo que habíamos logrado en los últimos años, posicionando a Puerto Madryn como un destino turístico importante, parece retroceder a los niveles de la década de 1990, donde las temporadas eran muy marcadas y con caídas notables después de la temporada alta”.
Aunque no se han producido despidos masivos, las expectativas a mediano plazo son inciertas. En cuanto al impacto en la contratación de trabajadores temporales, la falta de una afluencia turística más significativa ha llevado a las empresas a no contratar personal adicional, lo que ha generado una sensación de estancamiento. “Todavía no hemos visto desocupación, pero sí no hemos tenido nuevos puestos de trabajo. Las empresas con el número estable que tienen les fue suficiente para atender la demanda actual”, agregó el vocero de UTHGRA.
