Transporte Richter, histórica firma de logística patagónica con décadas de presencia en Trelew y Puerto Madryn, cierra sus puertas. En una extensa y emotiva entrevista radial, Carlos Ekmekdjian, actual referente de la empresa, explicó las razones detrás de la decisión y lanzó duras críticas al sistema gremial y económico que, asegura, terminó por “asfixiar” a la compañía.
“No quiero que las cosas terminen mal, por eso pongo el cuerpo y la voz”, comenzó diciendo Ekmekdjian, visiblemente afectado. La empresa, que tuvo sus orígenes en los primeros tiempos del crecimiento urbano de la región, venía atravesando una crisis sostenida desde hace al menos un año y medio. “Desde que cambiaron las políticas, empezó a faltar el dinero, y con eso llegaron los paros”, relató.
Ekmekdjian detalló que en los últimos ocho meses, la empresa sufrió diez paros sindicales en Chubut, lo que contrasta con otras sedes en Buenos Aires y Neuquén donde, pese a la misma crisis, no se registraron medidas de fuerza. “El problema no son los trabajadores, es el sistema. No se puede trabajar así”, denunció.
Según explicó, el conflicto con el gremio local escaló al punto de que la empresa perdió autonomía en la toma de decisiones respecto a su propio personal. “No puedo despedir a alguien que viene borracho, que maltrata a un cliente o que se duerme en horario laboral sin tener que pasar por el gremio. Eso no puede pasar”, sostuvo.
Ekmekdjian afirmó que nunca se dejó de pagar sueldos, aguinaldos ni vacaciones, y que el cierre no fue por desidia empresarial sino por una acumulación de obstáculos: caída de la actividad, presión impositiva, pérdida de clientes y conflictos laborales sin resolución.
Desvinculaciones y futuro incierto
El cierre de sucursales en Trelew y Puerto Madryn deja un saldo doloroso: más de una docena de trabajadores sin empleo. “En Madryn quedan solo cuatro personas; en Trelew, unas cinco. Pero en el proceso, ya veníamos perdiendo gente”, explicó.
El empresario también apuntó contra los organismos estatales: “Cuando necesitás que la Secretaría de Trabajo medie o que la policía actúe, nadie aparece. Todos dicen que es un problema entre privados. Así no se puede”, sentenció.
Sobre el final de la entrevista, Ekmekdjian pidió que no se politice el tema y que las denuncias se canalicen como corresponde: “Quiero paz, pero la paz no se consigue solo hablando, también poniendo el cuerpo. El sistema está roto y nos está arrastrando a todos”.