Claudio Dermo, firmante de una reciente solicitada publicada en el diario El Chubut, denunció lo que considera un entramado de privilegios laborales y connivencia político-sindical que estaría poniendo en jaque la viabilidad económica de las cooperativas de servicios públicos en la provincia.
La solicitada, titulada “El problema es la connivencia político-sindical, no es CAMMESA”, apunta directamente a los acuerdos entre autoridades políticas, el gremio de Luz y Fuerza y las estructuras cooperativistas. Según Dermo, estos convenios han otorgado beneficios “insostenibles” a los trabajadores del sector, más allá de las exigencias que pudiera imponer CAMMESA, la empresa mayorista del mercado eléctrico.
“CAMMESA solo quiere cobrar la deuda corriente. El problema es que las cooperativas no pueden afrontar esos pagos por la estructura de costos que tienen, donde más del 80% está destinado a salarios y cargas sociales”, explicó.
Un Convenio con Ventajas Excepcionales
Dermo repasó punto por punto los beneficios establecidos en el convenio colectivo de Luz y Fuerza, firmado en 2006 bajo la gobernación de Mario Das Neves, el cual fue homologado por la Legislatura provincial y el Superior Tribunal de Justicia, pero no por el Ministerio de Trabajo nacional.
Entre los beneficios mencionados figuran:
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Jornadas laborales de 35 horas semanales.
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Bonificaciones por antigüedad del 2,5% anual, incluyendo experiencia previa en organismos públicos.
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Bonificaciones por funciones, jerarquía, cursos internos y disponibilidad.
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Contribuciones especiales por aniversarios laborales (hasta un salario completo).
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Eximición total del pago de servicios para activos y jubilados del sector.
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Viáticos sin tope de gasto y reembolsos totales.
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Préstamos especiales a sola firma.
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Becas educativas, pagos adicionales por vacaciones, cultura y deporte.
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Cláusulas de revisión salarial automática por inflación.
“Todo esto es legal, pero no es sustentable. Las cooperativas están fundidas, y lo único que se hace es aumentar las tarifas para sostener este esquema”, expresó Dermo.
Una Carga Insostenible
Según Dermo, el salario promedio en algunas cooperativas como la de Puerto Madryn —tras recientes aumentos— supera los 6,2 millones de pesos mensuales. Señaló que mientras la estructura de costos está sobrecargada por salarios, no quedan recursos para inversión, mantenimiento ni modernización.
“Ninguna empresa puede funcionar si más del 80% de sus costos están destinados a sueldos. Esto no es una crítica a los trabajadores, sino a un sistema que está desbalanceado”, aseguró.
“El miedo al gremio paraliza la política”
El dirigente cuestionó también a la dirigencia política y a las federaciones cooperativas por firmar convenios “sin discutir su impacto real”. “Le tienen miedo al gremio, por eso nadie se anima a revisar el convenio. Pero si no se hace, esto va a seguir cayendo”, afirmó.
El comunicado fue firmado también por María Teresa Tahiarol, Donato Laurita y Mariela Pira, y llama a una revisión urgente del sistema de relaciones laborales en las cooperativas.