Madryn

Charlas sobre ballenas con mirada antropológica

El especialista chileno Walter Quiroz llega a Madryn para dar cuenta de aspectos novedosos en torno a la caza y los imaginarios instituidos.

Los días 29 y 30 de noviembre se realizaran sendas charlas a cargo del antropólogo chileno Walter Quiroz de la Universidad de Chile, organizadas por el Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas del CCT CONICET-CENPAT y la empresa Bottazzi. La primera tratará sobre “La caza de grandes cetáceos en las costas sudamericanas [1602-1985]: operaciones balleneras y sus transformaciones” y tendrá lugar el viernes en el Auditorio del CENPAT a las 18:30 horas; mientras que la segunda, que lleva el título de “Las ballenas en el imaginario humano: monstruo, recurso, símbolo”, será el sábado en la Primera Bajada de la localidad de Puerto Piramides, en las oficinas que allí tiene la empresa de avistajes a las 16:00.

Los historiadores distinguen dos grandes categorías en la caza comercial de ballenas. La caza tradicional está definida por el uso de veleros, botes abiertos, arpones y lanzas manuales y la caza moderna por la presencia de buques cazadores armados con un cañón arponero explosivo montado en su proa. La presencia de balleneros foráneos permite explicar el surgimiento de las operaciones locales en Brasil, Argentina/Uruguay, Chile/Perú, que integrando exitosamente elementos tecnológicos, sociales y productivos de los grupos visitantes con los propios, configuran lo que se llama “tradiciones balleneras locales”. ¿Las experiencias sudamericanas son “distintas”, a pesar de haber sido expuestas a las “mismas” influencias foráneas, o son similares?

Las primeras operaciones balleneras sudamericanas comienzan en 1602 en las costas de Bahía, Brasil. En la categoría de “caza tradicional” se pueden agrupar estas operaciones costeras brasileñas con las breves operaciones costeras realizadas por la Real Compañía Marítima en Argentina (Puerto Deseado) y Uruguay (Maldonado. Es así que la caza moderna de ballenas se introduce en Sudamérica a comienzos del siglo XX, con la llegada de capitalistas y técnicos noruegos. Luego, en 1985 toda la región acepta la moratoria propuesta por la Comisión Ballenera Internacional y se deja de cazar grandes cetáceos en las costas sudamericanas.

Imaginarios

Las operaciones balleneras son contadas por quienes las observaron y regresaron para hacerlo, y las narrativas se han modificado junto a las transformaciones producidas en las mismas relaciones cinegéticas (referidas a la caza) entre seres humanos y ballenas.

Investigadores hablan de “una ruptura” que ocurre en algún momento durante la segunda mitad del siglo XX entre el “mundo ballenero” y el “mundo antiballenero”. Este cambio fue provocado por la emergencia de un nuevo poderoso discurso donde los roles en el “enfrentamiento” entre seres humanos y ballenas fueron permutados: en uno de los mundos, “los balleneros persiguen monstruos en frágiles embarcaciones”; en el otro, son los “gigantescos buques balleneros” los que persiguen “ballenas indefensas”, y “las frágiles embarcaciones” son ahora las de los “valientes activistas” de Greenpeace.

La caza de ballenas pasa de ser considerada una actividad heroica, en la que el hombre pone en juego su propia vida en un combate contra un monstruo aterrador, a una actividad cruel e innecesaria, donde el hombre muestra lo peor de sí mismo ante una criatura indefensa.

En este contexto, los seres humanos se han referido y han considerado a las ballenas bajo diferentes apelativos. Se distinguen varias modalidades de representación de la ballena, entre las que se destaca “monstruo marino”, “recurso” y “recurso finito”, sin dejar de considerar que en algunos textos más modernos aparecen otras, por ejemplo, como “símbolo de la protección del ambiente”.

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