La iniciativa de la diputada Mónica Macha junto a la Red Argentina de Casas de Partos busca que quienes gestan puedan parir con un acompañamiento respetuoso, junto a su familia y lejos de la violencia obstétrica.
La diputada Mónica Macha es la autora del proyecto de ley que busca establecer un marco regulatorio para que las Casas de Partos y Nacimientos funcionen en todo el país, hecho que “ayudaría a reducir la violencia obstétrica” a la que son sometidas habitualmente las mujeres a la hora de parir.
Las Casas de Partos existen en muchísimos países y son dispositivos para embarazos de bajo riesgo. En Argentina existen en un marco de alegalidad, por eso su regulación generaría un gran impacto tanto en lo laboral para todas las disciplinas que las llevarían adelante, como para las familias y las comunidades.
“Sacamos el parto del hospital para llevarlo al ambiente de una casa, donde quien va a parir cuenta con su familia desde un lugar que las instituciones no pueden ofrecer”, cuenta Macha, y agrega: “La Casa de Parto la pensamos articulada al sistema sanitario y las personas que trabajen allí también serían personal del hospital cercano”.
“Las parteras somos las guardianas del parto en cualquier lugar.””
Ana Giménez y Sandra Laporta, parteras Red Argentina de Casas de Partos
En cuanto a la disposición de estos espacios, son literalmente casas con habitaciones preparadas para atender partos y nacimientos, donde también hay diversas opciones para que se lleven a cabo, como baños preparados para parir en el agua, o distintos recursos para retomar la idea de parto fisiológico.
“La intervención del equipo de salud es la justa y necesaria. El dispositivo, al ser menos intervencionista, está a disposición de la persona que está pariendo, por eso se reduce también la violencia obstétrica”, explica la diputada del Frente de Todos.
“Esta ley viene a cambiar los paradigmas”, apuntan Ana Giménez y Sandra Laporta, ambas parteras y parte de la Red Argentina de Casas de Partos en diálogo con Télam.
Con respecto a la regularización de esta práctica, Giménez sostiene: “La habilitación y la legitimación por parte de la salud pública nos permiten a las parteras un ejercicio real de nuestra profesión, que es la prevención y promoción, la de acompañar, habilitar y facilitar esa habilidad que tienen las personas gestantes”.
“Las parteras somos las guardianas del parto en cualquier lugar”, relatan emocionadas ambas profesionales.
Las parteras, profesión que existe hace siglos en la sociedad, han atravesado muchos años de oficio sin regularización, sin embargo su formación académica y empírica permitió que pudieran ir creando protocolos y guías que hoy son clave para la creación de estos espacios. “Lo que necesitamos es que esto sea una entidad habilitada y legitimada”, explica Giménez.