Las discrepancias entre Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo ocasionaron e inesperado aumento.
Las negociaciones en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) quedaron este lunes empantanadas debido a diferencias profundas entre Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (UAE) por los niveles de producción que regirían a partir de agosto, lo que impactó en el precio del crudo Brent, que cerró la jornada en 77 dólares el barril.
Como el cartel no fijó una nueva fecha para reanudar las conversaciones, la incertidumbre se apoderó de los inversores y operadores de los mercados petroleros.
A medida que la demanda de combustible continúa recuperándose a nivel global tras la peor crisis sanitaria del siglo, la oferta entró en un cono de sombras a partir de agosto debido a que vencen los acuerdos de producción fijados por los miembros del cartel petrolero.
De acuerdo con un comunicado oficial de la OPEP publicado en su sitio web, la reunión fue cancelada y no se acordó fecha para reanudar las negociaciones.
“Tras consultas con su alteza real el príncipe Abdul Aziz Bin Salman, ministro de Energía del Reino de Arabia Saudita, y Alexander Valentinovich Novak, viceprimer ministro de la Federación de Rusia, presidente y copresidente de la Reunión Ministerial de la OPEP y no OPEP (Onomm), se ha cancelado la 18ª Reunión Ministerial”, señaló el parte oficial firmado este lunes en Viena, por el secretario general de la OPEP, Mohammad Barkindo..
Varios días de tensas conversaciones no lograron resolver una amarga disputa entre Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, dijeron los delegados, que pidieron no ser identificados porque la información no era pública. El grupo no acordó una fecha para su próxima reunión, según Barkindo.
El efecto más inmediato es la incertidumbre dado que algunos países miembros podrían respetar los acuerdos hasta fin de mes y luego empezar a bombear crudo por fuera de la decisión del cartel. Otros en cambio, podrían respetar los acuerdos anteriores y no aumentar la producción hasta fines de 2022, lo cual privaría a la economía mundial de suministros adicionales, vitales a medida que la demanda se recupere rápidamente de la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, la situación es muy volátil dado que se podrían reactivar las negociaciones en cualquier momento y llegar a un punto de acuerdo.
Con precios que subieron alrededor del 50% este año y rozan los 80 dólares por barril, el grupo de productores puede sentir una presión adicional de los países consumidores preocupados por el aumento de la inflación.
Las diferencias son profundas entre los países productores dado que muchos dependen del ingreso de divisas por vía de las exportaciones y ese es su único recurso para nivelar las cuentas fiscales que en muchos casos muestran números rojos.
Los analistas sostienen que un aumento de precios fuerte no es sostenible porque eso abre las puertas para que los productores de esquistos empiecen a producir más, lo cual deprimiría los precios inmediatamente.
“El resultado es un fracaso significativo para el grupo de productores. Las relaciones se han agriado entre dos miembros centrales de la OPEP hasta tal punto que no fue posible ningún compromiso. Daña la autoimagen del grupo como administrador responsable del mercado petrolero, aumentando el espectro de la destructiva guerra interna de precios que provocó fluctuaciones de precios sin precedentes el año pasado”, analizó la agencia Bloomberg.
La OPEP+ decidió agregar alrededor de 2 millones de barriles diarios al mercado de mayo a julio, y la discusión giró en torno de si se continuaba con ese ritmo a partir de agosto.
Los propios datos del cartel muestran que los inventarios de petróleo que alguna vez fueron inflados volvieron a niveles promedio a medida que continúa la recuperación del consumo de combustible. La demanda en el segundo semestre será 5 millones de barriles diarios más alta que en los primeros seis meses del año, dijo Barkindo la semana pasada.
El cartel petrolero estuvo cerca de un acuerdo la semana pasada para aumentar el suministro en 400.000 barriles diarios cada mes, al tiempo que extendía el vencimiento de su acuerdo de abril a diciembre de 2022. En el último minuto, los UAE dijeron que solo aceptarían la propuesta si se le concediera la misma cuota de producción que Arabia Saudita.
Los Emiratos Árabes Unidos dijeron en todo momento que aceptarían el aumento de la producción sin la extensión del acuerdo, pero los saudíes argumentaron que los dos elementos deben ir juntos.
Los intentos de mediación de otros miembros de la OPEP+ no progresaron, dijeron los delegados, y la brecha fue evidente que añadieron tensiones diplomáticas más amplias que el petróleo.
Algunos analistas consideran que esta puja de poder sobre políticas exteriores, económicas y de seguridad entre Riad y Abu Dhabi, pueden llevar el barril de crudo hasta los 90 dólares, en agosto, en momentos de alta demanda estacional.