Un equipo del CONICET reconstruyó, a partir de fotos, objetos y documentos personales, la historia de Juan Moreteau, quien participó de la definición de los límites entre Argentina y Chile 1895 y 1903.
En octubre de 2019 llegó un correo a la dirección electrónica del Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas (IPCSH, CONICET), pero no era un mensaje más. La nota, enviada por María Luisa López, anunciaba: “Me atrevo a escribirle pues me han dado su dirección para solicitarle quiera tener a bien asesorar acerca de qué puedo hacer con cosas que poseo que han sido propiedad de mi abuelo Juan Moreteau. Para su conocimiento le informo que era un ingeniero francés, llegado muy joven a la Argentina, y radicado en la Patagonia alrededor de 1900. Ha trabajado en la Comisión de Límites con Chile, bajo las órdenes del Perito Francisco Moreno, con quien tuviera una linda amistad. Entre los objetos hay negativos de vidrio, fotos, libros, cámara de fotos y ampliadora que, como familia, deseamos queden a buen resguardo y sean valoradas”.
Para Julio Vezub, investigador del CONICET y director del IPCSH, “fue una situación inédita. Llevo veinticinco años ejerciendo como historiador y en mi experiencia lo común siempre fue tener que dirigirnos a archivos para recabar información en torno a una pregunta de investigación; pero nunca había experimentado esta situación en la que los documentos vienen a nosotros para que los interpelemos”, comenta.
Desde que ese correo electrónico llegó a finales del 2019, el Grupo de Estudios Socio-históricos del IPCSH trabajó para valorizar la documentación y compartir públicamente los conocimientos obtenidos a partir de la investigación que realizaron en estos últimos años en torno a la figura de Moreteau. En los próximos meses se publicará el libro Juan Moreteau a través de su lente: Instrumental científico y archivos desconocidos en las fronteras del Chubut (1896-1951) y vio la luz una muestra museográfica que abrió sus puertas el viernes 24 de junio en las instalaciones del CCT CONICET-CENPAT.
Juan Moreteau fue colaborador de Francisco Moreno en el Museo de La Plata e integrante de la Comisión de Límites con Chile entre 1895 y 1903. Además, realizó estudios geológicos y topográficos en el Valle 16 de Octubre en Chubut, las montañas vecinas y el camino al océano Atlántico, además de participar en el amojonamiento fronterizo de la cordillera de los Andes entre los lagos Palena y Buenos Aires. Posteriormente, participó en la Comisión Nacional del río Pilcomayo (1905), diseñó un proyecto de energía mareomotriz para Península Valdés y fue concejal de Trelew, además de las múltiples iniciativas que desarrolló como colono y agricultor en el Valle Inferior del Río Chubut.
Los objetos, documentos y fotografías, donadas y facilitadas tanto por María Luisa López como por otros familiares, permitieron, en diciembre del 2019, al IPCSH conformar el Fondo Documental Juan Moreteau y este archivo posibilitó a su vez profundizar sobre sucesos poco conocidos.
“En la historia de la comisión de límites con Chile hay una dimensión no explorada del rol que tuvieron las poblaciones mapuche-tehuelches en esa experiencia de la expansión territorial. En buena medida, la cuestión de la Comisión de Límites con Chile, antes que un problema de traza y demarcación en un espacio presuntamente desierto, fue en lo fundamental una cuestión de construcción de hegemonía y de lazos y subordinación social y política de las comunidades al interior del territorio que iba a ser definido como Argentina”, dice Vezub.
En los retratos que Moreteau capturó con su lente y en las cartas que intercambiaba con su hermano Claude que residía en Francia, se observan en detalle aspectos de esas relaciones que entablaron con las principales jefaturas mapuche-tehuelches y con las poblaciones locales.
Los y las integrantes del grupo de trabajo que curó este Fondo Documental sabían que cada una de las piezas del instrumental científico que había pertenecido a este ingeniero tenía tras de sí una historia para contar, “pero para poner en valor el Fondo tuvimos que acondicionar el Instituto porque no estaba en ese entonces preparado para alojar la colección de objetos”, explica el museólogo y técnico asistente del CONICET en el IPCSH Sebastián Pérez Parry.
Según indica el profesional, una preocupación frecuente en el ámbito museológico es ingresar a una colección que está sana un objeto contaminado que pueda tener bacterias, virus, termitas u hongos. Había, entonces, que extremar los cuidados. “Algunos de los objetos, como los que tenía María Luisa en su casa, se encontraban en excelente estado, pero otros que rescatamos de una chacra, que había permanecido cerrada unos veinte años y que pertenecía a una bisnieta de Moreteau, estaban muy deteriorados y esas piezas en particular requirieron de un trabajo de meses para poder restaurarlas. Realizamos un proceso de aspirado para poder sacarles la tierra que tenían acumulada y los resguardamos de exponerlos a condiciones de temperatura y humedad adversas. De a poquito fueron tomando vida y mejorando”, detalla Pérez Parry.
La cámara fotográfica que acompañó a Moreteau a lo largo de sus travesías por Argentina, un teodolito, un barógrafo, un termógrafo, libros y negativos, son algunos de los objetos que junto a una gran colección de imágenes formarán parte de la Muestra Museográfica. “Los objetos tienen una vida social asociada. Son el registro de las personas que los manufacturaron, que los intercambiaron, que los utilizaron. Tiene las marcas de esas experiencias. En este caso en particular, dan cuenta de aspectos poco o nada conocidos de las personas que conformaron la Comisión de Límites con Chile, de los pueblos que habitaban la región, e incluyen una dimensión muy rica de conocimiento histórico del valle inferior del Río Chubut”, concluye Vezub.