La CAPIP informa que las empresas no reconocerán ni aceptarán estos incrementos, ya que no encuentran justificación viable desde el punto de vista operativo, funcional o económico. Considerando la situación actual del sector pesquero, especialmente en relación al langostino, la actividad no puede soportar ningún otro aumento en los costos directos e indirectos.
La Cámara ha alertado a todos los actores involucrados sobre la crisis en el sector y ha solicitado al gobierno la declaración de emergencia pesquera. La baja de precios, la caída de la demanda, el atraso cambiario y el aumento de los costos operativos en dólares son algunos de los factores que han llevado a esta situación crítica. Sin embargo, hasta el momento, no ha habido una respuesta adecuada por parte de ninguna de las partes involucradas.
La CAPIP enfatiza la importancia del trabajo conjunto y consciente de todos los responsables de la actividad pesquera para ajustar los costos de captura, procesamiento, logística y demás elementos de la cadena productiva a las actuales posibilidades del producto y la industria.
Ante esta situación, se pone en riesgo el inicio y mantenimiento de la temporada de pesca actual. La CAPIP hace un llamado a la racionalidad y colaboración de todos los actores involucrados para encontrar soluciones y asegurar la sostenibilidad del sector pesquero.