La provincia de Chubut atraviesa una crítica y compleja situación económica y financiera que se expresa en circunstancias cada vez más preocupantes, y en algunos casos, dramáticas. El pago con atraso y escalonado de jubilaciones y salarios, el corte de servicios a la obra social SEROS, que afecta al conjunto de los afiliados cautivos de la misma, agravado en particular respecto de aquellas personas que deben acceder a tratamientos de larga duración, prácticas complejas, urgencias, o como en el caso primordial de los afiliados y afiliadas de mayor edad, que tienen un mayor requerimiento de medicamentos, sumado todo ello a la virtual cesación de pagos a proveedores del estado, incluyendo la obra pública, generan una incidencia en el conjunto de la economía de consecuencias impredecibles.
Ese estado crítico se manifiesta también, de manera grave, en la prestación de servicios públicos esenciales como la distribución de energía. Distintas comunidades del interior de nuestra Provincia vienen soportando continuos cortes en la provisión energética, que suele alcanzar varios días consecutivos, con las severas consecuencias que ello implica.
Los hospitales, centros de salud, salas sanitarias, es decir, las distintas maneras organizativas de prestación del servicio público de salud, desabastecidos de medicamentos e insumos, sólo sostenidas por la inconmensurable voluntad del personal que en ellas presta servicios.
Podríamos abundar en más ejemplos para esta descripción diagnóstica, pero entendemos que no resulta necesaria, en virtud que es conocida y padecida cotidianamente por los habitantes de nuestra Provincia.
Merece particular atención la situación del Poder Ejecutivo provincial, y su respuesta política ante este contexto. Por un lado, atravesado por una serie de denuncias de corrupción contra distintos integrantes del mismo, que no sólo deteriora su imagen personal y la del gobierno que integran frente a la ciudadanía, sino que descompone severamente el funcionamiento de las distintas áreas llevadas adelante por los funcionarios investigados, y en algunos casos procesados.
Por el otro, la respuesta por parte del Gobernador Mariano Arcioni, ante la situación económica y financiera del estado provincial, ha sido la aplicación de un ajuste irracional, alineado explícitamente con la prédica del gobierno nacional.
Esta actitud habrá de profundizar, inevitablemente, el incremento de la dependencia económica y política del gobierno de Chubut de los “graciosos favores” del gobierno nacional, suponiendo en términos políticos, un inocultable encolumnamiento con las políticas de Cambiemos, que tienen como principios rectores, para la región patagónica, postergación, olvido y discriminación.
Frente a todo esto, han reaparecido en la escena política quienes, con una vocación digna de mejores causas, intentan sembrar confusión con la miserable idea de acumular algún rédito político.
En ese sentido, expresan públicamente análisis tergiversados que pretenden confundir a la sociedad, respecto de las responsabilidades políticas en los distintos períodos de gobierno de nuestra provincia.
Esta actitud podría resultar tan sólo anecdótica si sólo se tratase de individuos sin responsabilidades institucionales y no involucrara como su principal actor al recientemente electo Diputado Nacional, Dr. Gustavo Menna.
Cuando todavía está fresco en nuestra memoria la premura y el entusiasmo con la que votó en sus primeros días como diputado nacional, una reforma previsional que afectó notoriamente a la clase pasiva en general, contradiciendo las promesas electorales de hace sólo algunos meses, reaparece ante nuestra comunidad realizando afirmaciones tan poco serias como temerarias.
La verdadera autoridad moral, y en ella la política, se alcanza cuando quien la pretende es capaz, en primer lugar, de hacer un análisis crítico y responsable de su propia actuación, antes de convertirse en el censor de los demás. Resultaría importante que expresase sus reflexiones sobre el último gobierno provincial con el que se identificó, y, eventualmente integró, antes de continuar, como si siguiese en campaña electoral, expresando un discurso insustancial que sólo pretende desviar la atención de las consecuencias que, para la región patagónica en general, y nuestra provincia en particular, generan las políticas del gobierno nacional al que pertenece.
Por último, creemos que lo verdaderamente serio y sensato que deben hacer quienes entienden el valor de la política en términos de ser el instrumento válido para la transformación positiva de la realidad y la construcción de una sociedad con Justicia Social, es aportar honestamente a debates útiles y necesarios como la búsqueda de alternativas para la transformación de la matriz productiva de la provincia, políticas para la contención e integración social, planes estratégicos para la gestión sustentable de recurso naturales, proyectar un plan director de obras para la integración energética de la provincia, entre otros temas, como ejes para la reconstrucción de un modelo integrador de provincia.
Chubut, 20 de marzo de 2018.-
