El poder adquisitivo se ha desplomado en niveles alarmantes, erosionando la capacidad económica de los trabajadores para adquirir bienes y servicios básicos.
La Cámara Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP) ha incumplido la cláusula de revisión salarial acordada previamente, generando un justo reclamo por parte de los sindicatos. A pesar de los esfuerzos por negociar y alcanzar un acuerdo beneficioso para los trabajadores, la postura de la Cámara ha sido inflexible, lo que ha exacerbado la tensión en el sector.
Mientras las empresas pesqueras se benefician de la devaluación del peso argentino, con aumentos considerables en el valor del dólar, los trabajadores continúan percibiendo salarios insuficientes que no alcanzan siquiera para cubrir necesidades básicas como alimentos. La falta de solidaridad y la especulación empresarial están dejando en evidencia una injusta distribución de la riqueza en la industria.
Por otro lado, la inacción de los funcionarios estatales frente a las amenazas de las empresas de suspender la actividad pesquera agrava la situación. Se reclama una intervención más decidida por parte del Estado para garantizar un salario digno para los trabajadores y evitar el daño al tejido social y económico de la región.
Mientras tanto, el sindicato continúa buscando una solución en el ámbito de la Secretaría de Trabajo, pero la lentitud en la respuesta de la Cámara Patagónica profundiza la angustia de los trabajadores. Esta situación refleja un desequilibrio preocupante en el que las empresas multinacionales y multimillonarias no están dispuestas a otorgar un salario digno a sus empleados.
