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EDITORIAL: IMPACTO DE UN VIERNES DE FURIA

En el centro mismo de la política Argentina, un viernes de furia sacudió los cimientos del sistema. La voz unánime de 21 gobernadores resonó como un eco clamando por un cambio, señalando una fractura profunda en la comprensión y apreciación de la política. El diagnóstico es claro: lo que está roto no es simplemente una cuestión de casta, sino la política misma.

En este torbellino, surge un nombre que desafío la hegemonía peronista en Chubut: Nacho Torres, un joven de 35 años que logró vencer al peronismo arraigado en la provincia desde hace dos décadas. Su estilo sencillo, su naturaleza familiera y esa “picardía especial” para la política le permitieron consagrarse como ganador.

La historia política de Torres se entrelaza con el PRO nacional, vinculándose con el exdiputado Daniel Amoroso. Juntos, formaron una agrupación en Unión Pro, compartiendo espacio con figuras prominentes como Francisco De Narváez, Felipe Solá y Mauricio Macri. Desde 2021, Torres ejerce como senador por el PRO, habiendo sido diputado nacional en 2019. Su incursión en la política se remonta a su gestión en la delegación chubutense del PAMI durante la administración de Macri.

El respaldo expresado por los Intendentes y Jefes Comunales de Chubut hacia Torres en estos momentos refleja la complejidad de la situación. El protagonismo de figuras nacionales como Macri y Bullrich en el escenario político genera expectativas y ansiedades, mientras la violencia mediática de Javier Milei, presidente de la Nación, amenaza con desdibujar la esencia misma del diálogo político.

En medio de este panorama, Torres hizo un llamado a la racionalidad y al respeto por el disenso. La política, en su visión, debe ser un espacio de consensos y debate, no un terreno de confrontación desmedida. El cambio, según él, implica respetar al otro y a las instituciones.

La provincia se encuentra asediada y acorralada, demandando un camino de cambio posible. La pregunta crucial es si el silencio cómplice o la especulación serán peores para la región. Mientras la atención nacional se centra en este viernes de locura, se destaca un aspecto positivo: la visibilidad de Chubut como un actor vital fuera de la CABA, un recordatorio de que hay un país que produce y sostiene a millones de argentinos.

El Presidente, a través de sus acciones en redes sociales, solo contribuye a un clima de confrontación innecesaria. El retuiteo descalificador y amedrentador no solo afecta la relación con Torres, sino también el papel que se espera de un líder presidencial.
Las acusaciones de trolls y la creación de narrativas infundadas sobre Torres subrayan la polarización y la desinformación que caracterizan el panorama actual.

La desconfianza, la confrontación y la falta de consensos amenazan con socavar la base misma de la democracia. El desafío es claro: encontrar un camino hacia un diálogo político constructivo y respetuoso, reconociendo la diversidad de opiniones y trabajando en conjunto por el bien común.

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