El reciente dictamen del Superior Tribunal de Justicia en el caso de Mauricio Ramírez, quien había sido previamente condenado a ocho años de prisión por su participación como campana en el robo al domicilio de Beryl Williams. La apelación presentada por la fiscalía llevo a la recalificación del delito de Ramírez, cambiando de “robo agravado” a “homicidio en ocasión de robo”, una decisión que conlleva una pena mucho mayor.
Este cambio se traduce en la revocación de las salidas transitorias que Ramírez había obtenido al promediar la mitad de su condena inicial. La nueva audiencia celebrada el miércoles confirmó esta medida, en vista de la gravedad de la nueva calificación del delito.
El proceso judicial ha sido largo y arduo, comenzando con el robo en la casa de Beryl Williams el 29 de diciembre de 2019. La investigación, el juicio de primera instancia, la apelación ante la Cámara Penal, y finalmente la intervención del Superior Tribunal de Justicia, han sido etapas difíciles para los familiares de la víctima.
En paralelo a la batalla judicial, Beryl Williams, Doris Diez y la Asociación de víctimas impulsaron la creación de un registro de huellas genéticas digitalizadas. Este proyecto de ley, presentado en 2020, fue aprobado por unanimidad en octubre de 2022, pero aún no ha sido completamente reglamentado. La familia de Williams, junto con otras víctimas, sigue presionando para que este registro sea implementado, viendo en él una herramienta crucial para la resolución de futuros crímenes y la identificación de personas desaparecidas.
La familia Williams espera que la recalificación del delito y la consecuente mayor pena para Ramírez sirvan de precedente en otros casos similares y refuercen la importancia de contar con herramientas eficaces como el registro genético para mejorar la justicia y la seguridad en la provincia.
