Del 11 al 15 de noviembre de 2024, el Hospital Zonal de Puerto Madryn, en colaboración con la Secretaría de Salud del Gobierno del Chubut, celebra la Semana de la Prematurez, un evento dedicado a concientizar sobre el cuidado y acompañamiento de los bebés prematuros, desde su internación en el hospital hasta su regreso a casa. Esta iniciativa forma parte de la conmemoración del Día Mundial del Prematuro, celebrado cada 17 de noviembre, y busca promover el bienestar de los pequeños nacidos antes de tiempo, así como sensibilizar a la comunidad sobre las realidades y desafíos que enfrentan.
En la apertura de la Semana de la Prematurez, Jorgelina Mansilla, médica neonatóloga y Coordinadora del Servicio de Neonatología del Hospital Zonal de Puerto Madryn, compartió detalles sobre las actividades que se llevarán a cabo a lo largo de la semana. Mansilla explicó que la celebración tiene como lema central “Juntos en cada paso, del hospital al hogar”, lo cual refleja el compromiso del hospital y la comunidad en acompañar a las familias durante todo el proceso de cuidado de los bebés prematuros.
Actividades para sensibilizar y educar
A lo largo de la semana, se realizarán diversas actividades para sensibilizar a la población y capacitar a los profesionales de la salud y a las familias. En la jornada inaugural, se ofreció una experiencia de musicoterapia infantil en el Ruca, donde las enfermeras del servicio de rehabilitación compartieron con los asistentes una actividad similar a la que realizan con los bebés prematuros en el hospital. Esta terapia busca brindar calma y estimulación a los pequeños en su proceso de recuperación.
Además, el hospital llevará a cabo talleres de reanimación cardiopulmonar (RCP) para lactantes, un curso que no solo está dirigido a los padres de bebés prematuros, sino también a cualquier persona encargada del cuidado infantil. El taller busca enseñar a las familias y cuidadores cómo actuar ante una emergencia respiratoria, brindando herramientas vitales para la seguridad de los niños.
El miércoles, las actividades se trasladarán al Centro de Salud Favaloro, donde se replicará la experiencia de musicoterapia y se ofrecerá un taller similar sobre RCP. El martes y jueves, se llevarán a cabo sesiones intramuros con charlas y simulaciones prácticas, como un taller de circuitos ventilatorios, que será realizado por enfermería. Este taller está dirigido a demostrar cómo se aborda la dificultad respiratoria que muchos bebés prematuros enfrentan debido a la inmadurez pulmonar al momento de nacer.
El jueves, se realizará una charla sobre los cuidados en el hogar para mamás y profesionales de salud, abordando preguntas frecuentes de los padres como “¿Ahora que mi bebé recibió el alta, qué cuidados debo tener en casa?”, o “¿Es seguro llevarlo a la playa o recibir visitas?”. Mansilla señaló que estos son temas comunes entre los padres de bebés prematuros, quienes a menudo enfrentan incertidumbre sobre cómo manejar el regreso a casa después de una internación prolongada en la unidad de neonatología.
El desafío de cuidar a un bebé prematuro
Los bebés prematuros, aquellos nacidos antes de las 37 semanas de gestación, presentan una serie de desafíos tanto para los profesionales de la salud como para las familias. La doctora Mansilla explicó que los bebés prematuros no tienen el desarrollo completo de sus órganos y sistemas, lo que los hace vulnerables a una serie de complicaciones. “El bebé prematuro es un bebé que no se terminó de formar. No tiene esa imagen ideal que los padres se imaginan durante el embarazo. En el hospital, tratamos de proporcionar el ambiente más cercano posible a la vida intrauterina, pero hay limitaciones. Las incubadoras, los líquidos intravenosos, los antibióticos, los procedimientos médicos son necesarios, pero el ambiente de la unidad de terapia intensiva neonatal (Neo) puede resultar hostil para el bebé debido a los ruidos, la intervención constante y el dolor”, explicó la neonatóloga.
Uno de los aspectos fundamentales del tratamiento es la participación activa de las familias. Mansilla subrayó que la presencia de los padres es esencial, y que el hospital promueve la idea de que la familia no es solo una “visita”. Los padres pueden estar cerca de sus hijos durante los procedimientos médicos, participar en la atención y brindarles cariño, lo cual es vital para su bienestar. “Si el bebé ha estado rodeado de abrazos y besos en el útero, ¿por qué sacárselos cuando nace?”, reflexionó la doctora. La interacción con los padres contribuye a la recuperación emocional y física de los pequeños, ya que disminuye el estrés y mejora su desarrollo.