La concejal Andrea Rueda expresó su preocupación por la gestión de los baños públicos en la zona costera de la ciudad, una problemática que se agudiza en la temporada de verano. Si bien el municipio administra dos baños principales ubicados en el muelle y en el Moma, que generalmente están en buen estado y son bien recibidos por los vecinos y turistas, han surgido quejas por el cierre irregular de estos espacios, lo que afecta tanto a locales como a visitantes.
Rueda detalló que los baños, que están abiertos de 8 a 20 horas, y en temporada alta hasta las 23 horas, se han mantenido en condiciones óptimas en los últimos años. Sin embargo, desde el invierno han comenzado a registrarse denuncias de vecinos que encontraron los baños cerrados, y aunque se menciona que en algunos casos se puede solicitar la llave para acceder, la concejal consideró que este mecanismo no es suficiente y genera incomodidad, especialmente en una ciudad con una gran afluencia de turistas durante los meses más cálidos.
Un sistema flexible y accesible
Uno de los puntos de la intervención de Andrea Rueda es la necesidad de un sistema de acceso más flexible a los baños públicos, especialmente cuando se trata de personas que enfrentan dificultades económicas. “La gestión de los baños está a cargo de los paradores, y si bien se establece un pequeño costo para su mantenimiento, no se puede dejar a nadie fuera por razones económicas, como una madre con niños pequeños o personas mayores”, comentó la concejal.
Además, Rueda destacó la importancia de que los usuarios puedan expresar sus quejas de manera accesible. En este sentido, propuso la implementación de un libro de quejas en los paradores, que permitiría a los ciudadanos y turistas dejar constancia de cualquier inconveniente con los baños o el servicio. “El acceso a un libro de quejas sería una herramienta clave para asegurar que el servicio se mantenga de acuerdo con los estándares establecidos y para que el municipio pueda tomar medidas si se detectan irregularidades”, agregó.
¿Cómo asegurar el cumplimiento?
Rueda también planteó la necesidad de que el municipio realice inspecciones periódicas para verificar que los baños públicos se mantengan abiertos y en condiciones adecuadas. Subrayó que, si bien las gestiones privadas de los paradores son una modalidad común en otras playas de la región, los baños deben ser considerados un servicio público esencial y no un privilegio condicionado a una tarifa fija. “Si no se cumplen las condiciones estipuladas en los pliegos, los usuarios deben poder hacer su reclamo fácilmente, ya sea en la Oficina de Turismo o en cualquier otra dependencia municipal”, señaló.
Una gestión que busca mejorar
Más allá de los desafíos con los servicios públicos, Rueda también reflexionó sobre su primer año de gestión como concejal, destacando los avances en diversas ordenanzas, como las que promueven la reutilización de recursos y la reducción del uso de bolsas plásticas. Además, expresó su preocupación por la situación social de muchos madrynenses, quienes atraviesan condiciones de vida precarias y carecen de acceso a recursos básicos. “El trabajo territorial es fundamental, y desde nuestro bloque estamos colaborando con comedores y merenderos en los barrios para aliviar la situación de muchas familias”, comentó.
A medida que se acerca el fin de año, Rueda remarcó la importancia de continuar trabajando en conjunto con las asociaciones civiles y la comunidad para mejorar las condiciones de vida en Puerto Madryn y garantizar que servicios como los baños públicos sean accesibles y de calidad para todos.