Con profunda tristeza, compartimos la noticia del fallecimiento de Ángel Ñanco, Lonco de la Comunidad Mapuche-Tehuelche Pu Fotum Mapú, de nuestra ciudad. A lo largo de su vida, Ángel Ñanco se destacó como un incansable defensor de los derechos de su comunidad y de la preservación de su patrimonio histórico y cultural, dejando una huella imborrable en todos quienes lo conocieron y trabajaron a su lado.
Angel Ñanco será recordado por su conducta ética irreprochable, por sus palabras justas y respetuosas, siempre pronunciadas con la serenidad de quien tiene la verdad de su lado. A lo largo de los años, se convirtió en un líder respetado no solo por su comunidad, sino por todos aquellos que compartieron sus principios de justicia y equidad. Su lucha por la restitución de los restos del tehuelche Liempichún Sakamata, un hecho significativo en la historia de los pueblos originarios, es solo una de las múltiples batallas que luchó sin claudicar.
Su vida fue un ejemplo de dedicación incansable hacia la reivindicación de los derechos históricos y culturales de su gente. Como líder mapuche-tehuelche, Ángel Ñanco entendió que la memoria histórica es fundamental para la dignidad de los pueblos originarios, y trabajó activamente para que las generaciones venideras pudieran vivir con el respeto y el reconocimiento que merecen. Su lucha por la restitución de Liempichún Sakamata, cuyos restos fueron apropiados y expuestos en contextos ajenos a la dignidad de su pueblo, es solo un testimonio del amor que Ñanco sentía por su cultura y su gente.
Hoy, a las 17:30 horas, el cuerpo de Ángel Ñanco será trasladado al predio de la comunidad, ubicado en la Ruta 1, kilómetro 7, donde descansará junto a su pueblo, a quienes tanto defendió.
El legado de Ángel Ñanco sigue vivo en la memoria de todos aquellos que compartieron su causa. Como bien lo expresó el dramaturgo Bertolt Brecht: “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay otros que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”. Ángel Ñanco fue, sin duda, uno de esos hombres imprescindibles, cuya lucha fue constante y que, más allá de su partida, sigue inspirando a la comunidad.
Nos despedimos de Ángel Ñanco con gratitud y respeto por su vida y su lucha. Que su memoria perdure como un faro de esperanza y justicia para todos los pueblos originarios.
