Las alarmas están encendidas en la ciudad cordillerana de Esquel, donde las tarifas de servicios públicos gestionadas por la Cooperativa 16 de Octubre han alcanzado niveles que muchos vecinos califican de impagables. Cristian Pasquini, abogado y exconcejal de la ciudad, advirtió en diálogo con [Nombre del programa o medio] que “las facturas hoy superan fácilmente los $150.000 en una casa promedio de 60 m², y pueden trepar hasta los $300.000 en hogares más grandes o que dependen de energía eléctrica para calefaccionarse”.
El impacto es especialmente severo en una ciudad donde gran parte de la población se compone de trabajadores municipales, empleados del comercio o del Estado, cuyos ingresos no se han actualizado al mismo ritmo que las tarifas.
Pasquini explicó que el problema no radica únicamente en el consumo eléctrico: “La boleta viene cargada con múltiples ítems que no tienen que ver directamente con el servicio eléctrico, como tasas municipales, un seguro de sepelio, la tasa de bomberos y especialmente la de recolección de residuos vinculada al GIRSU (Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos)”.
Este último ítem, que antes era casi imperceptible, ha incrementado considerablemente su valor debido a la suba del valor del módulo municipal, pasando de representar $1.500 a cifras cercanas a los $9.000.
Sin control, sin intervención
A pesar de reiteradas promesas de intervención por parte del Gobierno provincial y de autoridades locales, la Cooperativa 16 de Octubre sigue manejada por la misma dirigencia desde hace más de 30 años. “Hay sectores políticos que en campaña prometen intervenirla, pero al llegar al poder terminan pactando con ellos”, sostuvo Pasquini.
Desde el Concejo Deliberante se sancionó una ordenanza que obliga a la cooperativa a justificar los aumentos tarifarios, pero, según el exconcejal, el problema de fondo sigue sin resolverse: el descontrol del gasto. “Pueden gastar 10 o 100, nadie les pide explicaciones. Y ese gasto lo terminan pagando los vecinos”, explicó.
Un invierno complicado
El panorama se complica aún más con la llegada del invierno. En Esquel, muchas viviendas no cuentan con conexión a la red de gas y deben recurrir a la energía eléctrica para calefaccionarse. “En barrios como el Badén o el nuevo sector de Valle Chico, hay familias que desde hace años reclaman obras de gas que nunca llegan. Esas familias enfrentan las tarifas más altas”, advirtió Pasquini.
En este contexto, el abogado rescató una medida tomada en la provincia de Río Negro, donde el gobernador Alberto Weretilneck decidió que los aumentos aplicados por CAMMESA no se trasladen directamente a las cooperativas locales. “Ese podría ser un camino a seguir en Chubut, donde lo que falta no es solo control, sino voluntad política de tocar intereses enquistados”, concluyó.