La Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Públicos (AEFIP) denunció públicamente el progresivo desmantelamiento de la AFIP –hoy rebautizada como “ARCA”– en la región patagónica, en el marco de un ajuste impulsado por el Gobierno nacional que, según advierten, pone en riesgo el funcionamiento del Estado.
Andrés Molina, representante de los trabajadores del organismo en la seccional Comodoro, expresó su preocupación ante el cierre de oficinas, la falta de atención al público y la incertidumbre que atraviesan los empleados del ente recaudador. “Más allá de ser un reclamo sectorial, lo que está ocurriendo afecta directamente a un organismo fundamental para el sostenimiento del Estado”, afirmó.
La situación es crítica en localidades como El Calafate y Puerto Deseado, donde las oficinas permanecen cerradas desde el lunes, impidiendo la atención al público. “Nuestros compañeros no pueden trabajar, las oficinas fueron cerradas sin previo aviso. Esto no solo genera angustia en los trabajadores, sino también un enorme perjuicio para los contribuyentes”, explicó Molina.
En ese contexto, el dirigente sindical señaló que los más afectados son los pequeños contribuyentes de zonas alejadas. “Una persona de Calafate que necesita hacer un trámite tiene que viajar cientos de kilómetros, en medio del invierno y con rutas congeladas. Muchos no pueden afrontar los costos de un contador ni manejarse con herramientas digitales”.
Desde AEFIP advierten que el ajuste se viene aplicando de forma “irracional”, con jubilaciones no cubiertas y sin reemplazo de personal experimentado. A su vez, mencionan que el Gobierno nacional mantiene congelado un plan de despidos de 3.600 trabajadores, actualmente frenado por una medida cautelar presentada por el sindicato.
“El mensaje es claro: no se puede destruir un ente recaudador sin afectar gravemente la salud financiera del país. De nuestra recaudación depende el financiamiento de áreas clave como la educación y la salud. Por eso estamos dando esta pelea”, concluyó Molina.
