El gobierno nacional elevó el piso y bajó el techo para acceder al cobro de las asignaciones familiares y eliminó los beneficios que, en ese concepto, alcanzaban a más de 100 mil chicos de provincias de la Patagonia y algunas zonas del norte.
La medida salió por decreto, comenzará a regir a partir de septiembre y fue presentada con el objetivo de aumentar la recaudación por aportes de empleadores, aunque implicará un ajuste en el gasto social.
Una de sus disposiciones es equiparar el valor de las asignaciones familiares en todo el país y de ese modo las personas de las zonas en las que se percibían beneficios pasarán a cobrar menos de la mitad.
La eliminación de los extras a las zonas diferenciales tendrá impacto, y desde el gobierno admitieron que “Puede generar reclamos, pero tenemos que ordenar el sistema para darle sustentabilidad”, tuvieron que argumentar los funcionarios.